Nueva York. EFE. Las bolsas de Nueva York cerraron con una moderada bajada, afectadas por la toma de beneficios en el último día de un trimestre que dejó importantes ganancias para los principales indicadores.
Según cifras disponibles al cierre, el Jones de Industriales, el indicador más importante de Wall Street, perdió 41,38 puntos, un 0,37%, hasta las 11.109,32 unidades, nivel que está un 3,65% por encima del cierre del 2005.
El mercado tecnológico Nasdaq, donde cotiza la mayor parte de las empresas de sectores tecnológicos y que la jornada pasada avanzó 3,04 puntos hasta quedar en el nivel más alto desde febrero del 2001, registró una bajada de 1,03 puntos, un 0,04%, hasta las 2.339,79 unidades, un 6,08% por encima del cierre del año pasado.
El S&P500, que mide la variación de 500 grandes empresas estadounidenses, bajó 5,42 puntos o un 0,42% hasta los 1.294,83 enteros, tras escalar un 3,69% en los primeros tres meses del año.
Por su parte, el indicador general del mercado tradicional NYSE bajó 38,59 puntos, un 0,47%, hasta los 8.233,2 enteros.
El mercado tradicional NYSE movió un total de 1.606 millones de acciones, frente a los 1.870 millones del Nasdaq.
De las empresas contratadas en el mercado neoyorquino, 1.689 subieron, 1.542 bajaron y 143 se mantuvieron sin cambios.
En el mercado secundario de deuda, las obligaciones a diez años registraban una subida en los precios, de manera que su rentabilidad -que se mueve de forma inversa- bajó hasta el 4,85% desde el 4,86% del cierre del jueves.
La recuperación del precio de los bonos permitió que las bolsas tomaran una leve tendencia alcista durante buena parte del día, pues implica la baja en las tasas de largo plazo, que se vinculan con créditos como los hipotecarios, que al ser algo menos costosos favorecen el gasto.
Asimismo, el descenso del crudo, que llegó a ser de más de $1, dio algo de fuerza a las bolsas hasta poco antes del cierre, cuando el impulso de ventas se disipó en parte hasta hacer que el barril de crudo perdiese solo $0,52 a $66,63.
En materia empresarial, la atención se dirigió a los acontecimientos del fabricante de partes de automóviles Delphi, que solicitó al tribunal que supervisa su bancarrota anular los contratos colectivos con los trabajadores.
Al mismo tiempo, la empresa señaló que planea despedir a 8.500 empleados, cerrar la mayor parte de sus plantas en EE. UU. y renegociar sus contratos con General Motors (GM).