Ginebra. EFE. Entre 30.000 y 36.000 iraquíes abandonaron sus hogares en las últimas semanas, para huir de la violencia que reina en el país y del empeoramiento de las condiciones de vida, según alertó ayer la Organización Internacional de Migraciones (OIM).
La mayor parte de esas personas, quienes buscan refugio en otras regiones de Iraq, proceden de las provincias de Bagdad, Diyala, al este de la capital, y al Anbar, feudo de la insurgencia sunita que se encuentra al oeste del país.
En total, la organización, que junto con las Naciones Unidas, el Ministerio para los Desplazados y Migraciones de Iraq y organizaciones no gubernamentales supervisa los movimientos de personas, calcula que hay más de un millón de desplazados en Iraq, después de tres décadas de conflictos.
La OIM ha puesto en marcha operaciones de emergencia en ese país para ofrecer a los más vulnerables alimentos y materiales, entre los que figuran colchones, mantas, recipientes y equipos de cocina.
"Esas personas necesitarán también de una ayuda a largo plazo, que debemos planificar", explicó una portavoz de la OIM, que para financiar en los próximos 12 meses sus programas de emergencia en Iraq solicitó $10 millones a la comunidad internacional.
Se busca ayuda. Con el dinero pretende acudir en ayuda de los desplazados internos en Iraq, así como de los grupos más vulnerables de la población.
En ese sentido, la portavoz también informó de que en las últimas semanas 150 personas enfermas fueron evacuadas por la OIM y enviadas a otros países, en su mayoría a Jordania, para que puedan recibir la asistencia médica más especializada que precisaban.
Según datos del Consejo Noruego para los Refugiados, Iraq forma parte del grupo de países donde en el 2005 se registraron los mayores desplazamientos del mundo.
Ayer, la violencia continuó en ese país, con un triple atentado que dejó un muerto y seis heridos en un mercado en el sur de Bagdad, cuando tres coches bomba estallaron de forma casi consecutiva, informaron fuentes policiales.