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Entró de cambio en el segundo tiempo y su ingreso produjo algarabía en la pequeña pero bulliciosa afición que acompaña al Brujas.
Al minuto 77, Leandro Gobatto, engarzó uno de sus característicos remates de fuera del área que, como bólido y quemando zacate, se anidó cerca del vertical derecho del brumoso Carlos Díaz, que hasta ese momento había detenido toda clase de metralla visitante.
En "términos de brujería", Gobatto fue la palabra mágica. El conjuro que encontró el técnico Carlos Restrepo para que su equipo se clasificara a las semifinales.
Y es que el mismo Gobatto, con su sello inconfundible, fue aquel baluarte que ante Alajuelense anotó un gol fundamental en las aspiraciones de su equipo de alcanzar las semifinales del Clausura.
"Estoy muy felíz, creo que nuestro repunte en el torneo de clausura merecía este logro que es de todos", recalcó Gobatto, quien prepara maletas para buscar un cupo en la liga italiana de la Primera División apenas termine el presente torneo.
"Hay una oferta seria del equipo de Unidese, que valora Brujas, y es muy posible mi integración a esa institución", reveló Gobatto.
Aparte de su calidad futbolística, se le facilitaría su incorporación a esa liga porque puede adoptar con facilidad a la ciudadanía italiana, ya que su bisabuelo, Eugene Gobatto, nació en ese país europeo.
"Creo que estamos más maduros que el torneo pasado, cuando por poco logramos clasificar. Saprissa debe saber que tendrá un rival que le peleará de tú a tú".
Sobre su gol de ayer, comentó "ya varios disparos me los había atajado Díaz, y hasta un mano a mano perdí con él. Por eso cuando anoté, estallé de alegría porque no había manera de vencerlo, ni yo, ni mis compañeros".
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