París. Reuters. Líderes de diversos países del mundo condenaron el ataque israelí contra un pueblo del Líbano en el que murieron 54 civiles, muchos de ellos niños, pero Estados Unidos y Gran Bretaña se abstuvieron de unirse a los llamados para un inmediato cese del fuego.
Francia, China, Jordania, la Unión Europea, Arabia Saudí, Kuwait y la ONU estuvieron entre los muchos que dijeron que el ataque contra Qana subrayaba la necesidad del inmediato fin de los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá.
"Francia condena esta acción injustificada que demuestra más que nunca la necesidad de un cese del fuego inmediato, sin el cual solo habrá otros incidentes", dijo la oficina del presidente Jacques Chirac.
El responsable de la política exterior de la UE, Javier Solana, dijo que "nada puede justificar la muerte de civiles inocentes".
"En el nombre de Dios, pido a todos los responsables de esta espiral de violencia que dejen las armas inmediatamente", clamó el papa Benedicto XVI.