Los 78 bomberos cubiertos con un régimen especial de pensión recibirían del INS una indemnización de ¢2.500 millones por trasladarse al sistema de pensiones de la Caja de Seguro Social (CCSS).
Así lo manifestó ayer Guillermo Constenla, presidente ejecutivo del Instituto Nacional de Seguros (INS), para quien el fondo de retiro de los bomberos no es sostenible. A diciembre anterior tenía un déficit de ¢2.500 millones.
La situación podría empeorar en el futuro ya que el aporte de los trabajadores (12%) lo financiaban con un sobresueldo que recibían por concepto de póliza diferida. Ese beneficio fue eliminado por la Sala Constitucional.
Ante este panorama, la única salida viable, según el jerarca, es indemnizarlos y que se incorporen al Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte de la CCSS.
"Estamos negociando, no me gusta que las cosas se queden dormidas y quiero darle una solución pronta", aseveró Constenla.
Los otros 362 bomberos con plaza en el INS, quienes cotizan para la Caja, más bien han luchado por incorporarse al régimen especial donde pueden jubilarse a los 50 años de edad y con apenas 20 de servicio.
En el sistema de la Caja el retiro es a los 65 años con 300 cuotas.
Sindicato opuesto. Luis Salas, secretario general de la Unión de Trabajadores del INS (Upins), declaró su oposición al traslado.
Salas defendió el derecho de los bomberos a jubilarse con menos años porque laboran más horas por semana que cualquier otro trabajador (84 horas semanales). Además, porque una persona con 65 años no podría ejercer como bombero y por eso se requiere un régimen distinto para ellos.