El Gobierno venderá o destruirá armamento de guerra, como los fusiles M-16 que utiliza actualmente la Fuerza Pública, anunció ayer el ministro de Seguridad Pública, Fernando Berrocal.
"Ni para cuidar las fronteras necesitamos armas militares. Es necesario cambiarlas por armas de uso policial", argumentó el ministro Berrocal al reconocer que debe "tomar una decisión" en el menor tiempo posible.
Berrocal emitió esas declaraciones después de la recuperación de 15 fusiles M-16 robados en una delegación policial de Guácimo, Limón, la semana anterior.
Los M-16 son armamento de guerra que fue donado a la Fuerza Pública hace varios años.
Esos fusiles fueron construidos en la década de los sesntas. Las fuerzas militares de Estados Unidos los utilizaron en la guerra de Vietnam.
No más para Policía. Berrocal reiteró que la Policía no debe tener esas armas. "Me parece una barbaridad que en una delegación como la de Guácimo estuvieran 15 M-16".
Según dijo, ya solicitó al director del arsenal nacional un informe sobre el armamento distribuido en puestos policiales de todo el país para determinar cuántas son de uso militar y recogerlas para su destrucción, venta o almacenaje.
Agregó: "Muchas de esas armas las vamos a traer al arsenal y dejaremos solo algunas donde funcionan las direcciones regionales de la Fuerza Pública; solo las que se necesiten".
El M-16 puede perforar cascos y chalecos antibalas. Es un fusil de asalto que emplean las fuerzas armadas de Estados Unidos.
El ministro Berrocal recalcó que "hay una gran cantidad de armas que no se ajustan a las necesidades de una policía civilista". Por lo tanto, no descartó venderlas para reunir fondos que permitan adquirir "armas policiales".
"No necesitamos armas militares, nunca", puntualizó el titular de Seguridad Pública.