Walldorf. El tercer partido tico de este Mundial, el martes ante Polonia, será la despedida para la generación que logró dos clasificaciones, pero que falló a la hora de buscar los octavos de final.
El entrenador Alexandre Guimaraes anunció que le dará la "revancha" a ese grupo veterano, base de la Tricolor.
Será el último partido para Paulo César Wanchope, figura insignia de la Tricolor desde hace casi dos lustros.
Por su edad, hay otros jugadores que estarían a punto de abandonar la Selección, como el volante Mauricio Solís, el arquero José Francisco Porras y el capitán Luis Antonio Marín.
Además de servir como despedida para muchos de ellos, este encuentro le dará minutos de alto nivel a la generación que tomará el relevo, como Michael Umaña y Leonardo González, entre otros.
El técnico dejó entrever que no hará muchos cambios para que los que fallaron tenga la oportunidad de lavarse la cara.
Algo de honor. Además de servir como paso final en la transición, el duelo con los polacos será indispensable para que la Sele evite las últimas posiciones en el Mundial.
El cuerpo técnico apelará a ese sentimiento de orgullo para arrancarle a los jugadores un poco de ánimo, luego de que la temprana eliminación los golpeara duro.
"Este partido es más de vergüenza deportiva que de otra cosa. No se va a definir tanto por la situación táctica", señaló Guimaraes.
Será un duelo de perdedores, pues los polacos también doblaron la rodilla en sus dos enfrentamientos previos en el grupo A.
En caso de empate, el cuarto puesto del grupo sería para Costa Rica, por su peor gol diferencia. La Tricolor llega con -5, mientras que los polacos arrastran un -3.
El conjunto tico necesita conseguir al menos un punto para evitar la humillación pública que sería quedar en el puesto 32.
Para la Concacaf, ocupar el sótano no sería nuevo. Estados Unidos fue el peor equipo en la cita de Francia 98, con tres derrotas.
Pero aún derrotando a los polacos el sonado fracaso de la Selección costarricense está consumado luego de sus dos primeros partidos. Solo que en los registros oficiales nada se vería peor que terminar en el último lugar en Alemania 2006.
Serbia y Montenegro se candidateó a ser la peor selección del Mundial, con la derrota de ayer 0-6 ante la poderosa Argentina.
Por el contrario, Trinidad y Tobago (otra selección de la Concacaf), que se preveía como un equipo débil, ya logró un punto y supo limitar a una potencia como Inglaterra a solo dos goles.