La Dirección de la Fuerza Pública no verificó que empresas contratadas para "diversas reparaciones" en algunas sedes policiales cumplieran plenamente su tarea, según la Auditoría.
Esas fallas causaron cuantiosas pérdidas al Ministerio de Seguridad Pública, que ahora procura recuperar el dinero mediante acciones en las vías civil y penal.
Según informes de Auditoría en poder de La Nación, en una delegación policial en San Martín de Nicoya "en lugar de hierro galvanizado utilizaron madera y fibrolit".
"La obra no cuenta con vigas, carece de aleros y la precinta no se instaló", advierte el documento.
En el puesto de la Fuerza Pública en Bella Luz de Laurel, zona sur del país, "se observa la ausencia de un dispositivo de conexión especial para 220 voltios y falta una parte del cielorraso".
Otro ejemplo es el de la Delegación de La Cuesta de Corredores, donde "un cable vivo hizo contacto con el tubo aislante y provocó un cortocircuito". También dejaron cables "colgando del techo".
En San Mateo de Alajuela la situación fue peor pues "la pared de la bodega de alimentos se encuentra humedecida por la filtración de agua". Además, no instalaron lavatorios, marcos para ventanas ni de inodoros".
El puesto policial en Venecia de San Carlos también se remodeló solo parcialmente, pese a que los empresarios cobraron por la totalidad de la obra, señala el documento.
En ese distrito sancarleño no se instalaron puertas de madera ni los lavatorios.