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Gaza. AFP. Iraq, Gaza y ahora Líbano: la impresionante ofensiva lanzada por Israel hacia su vecino del norte, mientras mantiene su cerco militar en los territorios palestinos y amenaza a Siria y a Irán, ha situado a Oriente Medio en un nuevo callejón sin salida ante la mirada estupefacta de la comunidad internacional.
"Israel ha encendido la llama de la guerra en la región", acusó Ghazi Hamad, portavoz del movimiento islámico Hamás, que controla el gobierno palestino.
En menos de tres semanas, más de 75 palestinos han muerto en la franja de Gaza, donde las infraestructuras construidas en los últimos años se han derrumbado bajo el peso de las bombas.
Además, 11 soldados israelíes han perdido la vida en combate, otros tres están secuestrados en manos de grupos armados y más de 60 civiles libaneses perecieron en ataques israelíes.
Israel no llevaba a cabo una ofensiva de esta envergadura en Líbano desde hace 10 años, cuando lanzó su operación Uvas de la ira , en la que más de 150 personas murieron en 16 días, y no enviaba un tanque a este país vecino desde mayo del 2000, cuando se retiró de este territorio.
"Esta escalada de violencia solo conduce a callejones sin salida: en Palestina, donde el presidente Mahmud Abas es invisible y la ayuda internacional no existe; en Líbano, donde el gobierno, considerado culpable por Israel, no tienen ningún poder, y en Israel, que no consigue ni liberar a sus soldados ni poner punto final a los disparos de cohetes", resumieron ayer los analistas del diario francés Le Monde .
Las primeras víctimas de esta ofensiva son los miles de civiles palestinos y libaneses que han visto cómo sus puentes, carreteras, centrales eléctricas, aeropuertos y escuelas volaban en mil pedazos bajo las bombas.
Frente a este proceso guerrero, la comunidad internacional se muestra desamparada y pide al mismo tiempo a los movimientos armados que liberen a los soldados israelíes y a Israel que modere el uso de la fuerza.
"La comunidad internacional debe comprender que Israel responda de manera firme contra objetivos enemigos como Hezbolá", declaró el primer ministro del Estado hebreo, Ehud Olmert.
La posibilidad de una extensión del conflicto es mayor ante la posibilidad de involucramiento de Siria e Irán.
En Washington y en muchas capitales árabes predomina la impresión de que Irán y Siria están embarcados en una peligrosa campaña para tratar de aumentar su influencia en la región.
"Seríamos unos idiotas si pensásemos que esto es solo por los dos soldados israelíes secuestrados el miércoles por Hezbolá", comentó Hazem Saghieh, columnista del diario en árabe Al Hayat , publicado en Londres.
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