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Guápiles. Por primera vez, Vladimir Quesada se sentó en el banquillo de la máxima categoría para enfrentar, con la indumentaria del Santos, al equipo de sus amores.
De inmediato al pitazo largo, los jugadores del campeón nacional se acercaron a saludarlo y el nuevo estratega respondió con nobleza, un valor habitual en su personalidad.
Cuestionado sobre las libertades que tuvo el saprissista Wálter Centeno para activar los hilos del mediocampo morado, Quesada fue claro y enfático.
"Yo pude haber planteado un esquema donde, si lo hubiéramos querido, el Saprissa no tocara el balón, que no hubiera futbol, pero esa no es la idea.
"La idea es que los muchachos adquieran experiencia y que comiencen a ganar, pero con buen futbol, apostando por el espectáculo.
"Si hacemos lo contrario, todo lo que hemos criticado nosotros los directores técnicos, y ustedes los de la prensa, volvería a los viejos moldes, con partidos cerrados, donde los equipos llegan solo a defenderse.
"Nosotros seguiremos afrontando los riesgos y proponiendo el juego desde el pitazo inicial de cada encuentro, porque si no estaríamos contribuyendo a "matar" al futbol.
"Siento que hoy (ayer) perdimos por nuestros propios errores, por malas decisiones que se adoptaron en momentos claves del partido, como el segundo gol, que lo recibimos mientras manejábamos las acciones y buscábamos el gol del empate, pero eso es futbol y siempre puede suceder. Y, sobre todo, siempre se puede aprender.
"Hubiésemos querido empezar de otra manera, pero dejamos los primeros tres puntos en casa, lo que nos obliga a redoblar esfuerzos para reflejar en la tabla lo que queremos plantear en la cancha".
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