Adriana Rojas se convirtió en la cara más habitual de los podios de premiación en la temporada 2006 del ciclismo costarricense.
Con síntomas de instaurar una tiranía, esta ciclista cartaginesa ha ganado prácticamente todas las competencias que se organizaron hasta el momento.
Empezó el primer mes del año con la Clásica de Palmares y por el momento no pierde la costumbre de ganar. Su última victoria llegó el domingo pasado en Juan Viñas, cuando se impuso en la sexta y última fecha de la Copa Nacional Sqwincher de montaña.
Está en su momento. Combina el éxito a bordo de la bici montañera con un notable rendimiento en las otras modalidades, como la pista. Lo demostró en la Copa de Velódromo Villas Mapache 2006, cuyo título también le pertenece.
"Trato de ser muy estricta con la preparación, tener disciplina para entrenarme todos los días. Es la única forma de que lleguen los resultados", comentó Rojas, a quien dirige uno de los mejores ciclistas costarricenses de todos los tiempos, Andrés Brenes.
Adriana dedica de dos a cuatro horas a prepararse, ya sea en ruta o montaña. Todos los días, sin falta.
Empezó a competir con 14 años y a los 20 dio el salto a la categoría élite. Ahora cuenta con el apoyo de las empresas Battery y Excess Cannondale, que la patrocinan en un deporte donde lo más difícil es conseguir respaldo.
Relevo. Adriana toma la estafeta tras el retiro de Karen Matamoros, que dejó este año el ciclismo competitivo para dedicarse a otros proyectos personales.
La ramonense fue la figura más dominante del ciclismo femenino élite. Ahora, con el trono disponible, Rojas apunta a ser la principal estrella entre las damas.
"El nivel ha subido mucho en los últimos tiempos. Creo que incluso ahora es un poco más competitivo que cuando estaba Karen, pues hay más muchachas presionando para ganar cada competencia", consideró Adriana.
Para algunas de sus próximas competencias, la ciclista brumosa usará el pasaporte: acudirá a la Vuelta a El Salvador a principios de setiembre y a el Panamericano de ciclismo de montaña en Brasil, a inicios de octubre.
En medio de ambas competencias, participará en los campeonatos nacionales de montaña. No obstante, el Panamericano le chocará con la Vuelta a Costa Rica.
"Decidí aprovechar esta vez la experiencia internacional, que no se presenta todos los años. Más adelante podré participar en otras Vueltas", explicó.