Miami. EFE y AFP. La tormenta tropical Ernesto comenzó a empapar al estado de Florida (EE. UU.) con intensas lluvias que amenazan con causar inundaciones en un cuadro similar al ocasionado por el huracán Katrina hace un año.
Las bandas de lluvias de los bordes exteriores estaban sobre el sur de Florida y se registraron intensas precipitaciones en los cayos, informó ayer el Centro Nacional de Huracanes de EE. UU. (CNH), en su boletín de la tarde de ayer.
El vórtice de Ernesto, con vientos máximos sostenidos de 75 kilómetros, se encontraba ayer a 165 kilómetros al sur de Miami y se desplazaba a 20 kilómetros por hora.
"Se está moviendo hacia el noroeste y en esa trayectoria el centro de Ernesto estará muy cerca de los cayos de Florida y el extremo sur del estado esta noche (ayer)" , informó el CNH.
Las lluvias y ráfagas con fuerza de vientos de tormenta tropical están en el área como anticipo al avance del ojo del sistema.
Ernesto no ha ganado mucha intensidad desde su salida al golfo de México, pero el CNH indicó que “algún fortalecimiento todavía es posible antes de que el centro se mueva sobre tierra”.
La vigilancia y aviso de tormenta y de huracán sigue en vigor para la costa sureste, los cayos y la costa suroeste de Florida.
Primero. El domingo pasado, Ernesto se convirtió en el primer huracán en el Atlántico este año, para luego perder fuerza el lunes mientras pasaba por las áreas montañosas de Cuba.
Inicialmente, los expertos temían que Ernesto alcanzaría Florida con la misma intensidad que el huracán Katrina, cuyos efectos destruyeron buena parte de Nueva Orleans y otras zonas de la costa estadounidense del golfo de México y provocaron la muerte de más de 1.500 personas.
Este temor llevó al gobernador de Florida, Jeb Bush, a declarar estado de emergencia, en tanto que se ordenó que los turistas abandonen los cayos de Florida.
Además, las autoridades advirtieron que los residentes debían tomarse muy en serio las alertas meteorológicas.
Las escuelas de algunas zonas cerraron, y las gasolineras se quedaron sin combustible debido a que la población corrió a llenar los tanques de sus coches.
La NASA canceló el despegue del transbordador Atlantis en la costa atlántica de Florida, pero luego desistió de mover la nave a su hangar para protegerla.