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México D. F. AFP. Andrés Manuel López Obrador no se da por vencido en su impugnación de la elección presidencial mexicana, en la que el Tribunal Electoral (Trife) se encamina a la ratificación definitiva de la victoria del conservador Felipe Calderón, y continuará las movilizaciones en la calle.
La decisión del Trife de anular 237.000 votos de la elección del 2 de julio apuntala la estrecha ventaja de Calderón a pesar de reducirla del 0,58 al 0,57%.
Tras ese último revés, la última esperanza por la vía jurídica de López Obrador es la anulación de la elección del 2 de julio, pero esta posibilidad es muy remota y la proclamación de Calderón parece inevitable.
"No es resignación, es advertir que hay un ejercicio tramado por parte del Tribunal Electoral para legitimar a Calderón", aseguró Dante Delgado, dirigente de Convergencia, uno de los partidos de la coalición que postuló a López Obrador a la presidencia.
Aunque la batalla jurídica está prácticamente finiquitada, la calle se presenta como el último recurso de López, capaz de convocar dos manifestaciones masivas de alrededor de un millón de personas en un lapso de dos semanas.
Resistencia. Tras acusar al Tribunal Electoral de golpista, el siguiente paso en su campaña de resistencia civil es la Convención Nacional Democrática que ha convocado para el 16 de setiembre y en la que se pretende erigir como “presidente legítimo o jefe de gobierno en resistencia o coordinador nacional de la resistencia civil pacífica”.
Ante un número cada vez menor de incondicionales, López Obrador denunció el lunes en el Zócalo, plaza principal de la capital, la pronta llegada al poder de un “usurpador presidente ilegítimo a través de un golpe de Estado”.
La propuesta de López es que la Convención democrática nombre un órgano de gobierno que tomaría posesión el 20 de noviembre o el 1.° de diciembre (día de la la investidura presidencial) y que aplicaría un programa de cinco puntos básicos.
“Tenemos una confrontación entre dos Méxicos. El del gobierno, de la cúpula empresarial y de los medios de comunicación, que votan todos los días, y por otro lado el pueblo, que vota cada seis años”, explicó Delgado para quien en México, inevitablemente, “las proximas semanas van a ser muy difíciles”.
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