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Con ayuda de la ingeniería genética, un equipo de científicos estadounidenses tomó un grupo de células del sistema inmunológico y las transformó en combatientes especializadas contra tumores.
Gracias a esa hazaña, los tumores de dos hombres con melanoma, la forma más letal de cáncer de piel, desaparecieron hace 18 meses.
Así lo reveló el equipo de investigadores del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI), liderados por Steven Rosenberg, en la última edición de la revista Science.
A pesar del buen resultado de la terapia en estos dos individuos, 15 pacientes que también fueron sometidos al tratamiento no respondieron, por lo que se necesita trabajar más para que el procedimiento sea mejorado.
No obstante, esta técnica representa la primera vez que la manipulación de genes causa regresión de tumores en humanos.
El estudio. Durante la investigación realizada, los científicos colocaron a 17 pacientes con melanoma avanzado, glóbulos blancos (células T) que habían sido extraídos de sus propios organismos y modificados mediante ingeniería genética para combatir los tumores.
Las células T son un tipo especial de célula del sistema inmunológico que puede reconocer y atacar células "extrañas", tales como las que componen un tumor.
Sin embargo, algunas personas con melanoma no tienen estas células T combatientes de tumores, por lo que los investigadores tuvieron que idear una manera para crearlas en el laboratorio.
Los científicos saben que las células T portan un receptor proteínico en su superficie que permite reconocer losantígenos que señalan la presencia del tumor.
La composición genética del receptor determina los tipos de antígenos que la célula T puede reconocer, de modo que algunas células contienen genes que crean un receptor de célula T que combate las células de melanoma, mientras que otras contienen genes que crean un receptor que reconoce células de cáncer de seno o de pulmón.
Con esto en mente, Rosenberg y sus colegas crearon combatientes de tumores obteniendo células T normales de los pacientes y modificándolas genéticamente para que portaran el receptor que reconoce células de melanoma.
Luego, regresaron las células “rearmadas” al cuerpo de los pacientes.
Ahora el equipo de Rosenberg busca cómo hacer que un mayor número de células T modificadas sobrevivan y continúen expresando sus nuevos genes receptores, con el fin de mejorar la novedosa terapia.
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