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España mezcla alegría y desazón

Saitama, Japón. Una mezcla de alegría y preocupación inundó el vestuario español después de que por primera vez en su historia España se clasificara para la final de un Mundial de baloncesto.
La fiesta por el triunfo ante Argentina (75-74) no pudo ser completa por la lesión de la figura española, Pau Gasol, que pone en duda su participación en la definición del Mundobasket 2006.
"Todavía no nos dimos cuenta de lo que acabamos de hacer y todo por la inoportuna lesión de Gasol, por eso el equipo no puede estar al 100 por ciento contento", expresó el entrenador, José Vicente Pepu Hernández.
Según los primeros diagnósticos, el pivote padece la misma lesión que lo tuvo fuera de las canchas varios meses en la NBA, aunque esta vez sería de mayor gravedad, ya que se especula que se trata de una lesión ósea en el quinto metatarso de su pie izquierdo.
A poco menos de dos minutos para el final, Gasol giró sobre su pie izquierdo para dejar atrás la marca de Fabrizio Oberto, pero pisó mal y terminó en el suelo con gestos de dolor.
El español pudo lanzar los dos tiros libres por la falta recibida pero pidió ser reemplazado.
Tras el triunfo y los efusivos festejos, el jugador de los Grizzlies de Memphis debió dejar la cancha cargado por Garbajosa y su hermano Marc. Hoy se le realizarán pruebas para determinar la gravedad de la lesión y ver si puede actuar ante Grecia en la final.
Garbajosa y Gasol fueron las grandes figuras españolas con 19 puntos cada uno. Por el bando argentino, que comenzó mandando el partido, destacó con 21 puntos Emanuel Manu Ginóbili.
“Duele perder por la mínima diferencia y con la pelota en nuestro poder, pero nos vamos con la frente en alto”, dijo Ginóbili.

  • POR Hernán Scherer
  • Deportes
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