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Los recursos invertidos en cuentas cuentas corrientes y depósitos de ahorro, en colones y dólares, aumentaron su participación dentro del ahorro total del sistema bancario nacional.
En conjunto, estos dos instrumentos de ahorro a la vista (corto plazo) sumaron ¢¢2.087.566 millones a julio pasado, 49% del total.
Hace 15 años, representaban un 34% y en el 2000 era un 39%, según cifras del Banco Central.
Por el contrario, los depósitos a plazo presentan una reducción en su participación. Hoy tienen un peso del 51% mientras que en julio de 1990 era del 66%.
A las cuentas corrientes y los depósitos de ahorro se les llama también a la vista, porque son fácilmente retirados de la banca y convertidos en efectivo.
El ahorro total en los bancos (cuentas corrientes, depósitos de ahorro y a plazo) llegó a ¢4.251.407 millones a julio pasado.
El monto no incluye fondos de inversión, pensiones ni bonos.
Si se compara esa cifra con julio del 2005, que alcanzó ¢3.481.231 millones, se evidencia un crecimiento del 22%.
Sin embargo, al descontar la inflación, el crecimiento real es del 10%.
Por otra parte, un 55% de los recursos ahorrados se encuentra en dólares, 10 puntos porcentuales más que en el 2000.
Por instrumento. Las cuentas corrientes (en colones y dólares) representaron un 25% del ahorro total en julio de 1990 y un 26% en igual mes del 2000.
A julio pasado representaban un 30% del total, un aumento del 4% respecto a hace seis años. Actualmente, hay ¢1.259.291 millones en este instrumento.
Por su parte, los depósitos de ahorro alcanzaron ¢828.275 millones, unos ¢168.165 millones más que el año pasado.
En este momento, representan un 19% del total del ahorro. En el 2000, la participación fue del 13%, mientras que en 1990 llegó al 9%.
El crecimiento de la economía en los últimos 15 años ha contribuido a que las personas y empresas demanden una mayor cantidad de dinero (liquidez), por lo que buscan instrumentos de ahorro que sean fácilmente convertibles a efectivo, afirmó Valentín Fonseca, presidente de la Cámara de Banco y Entidades Financieras.
Situación favorecida por el incremento de servicios electrónicos asociados a las cuentas corrientes y de ahorro (tarjetas de débito, Internet, teléfono), dijo Fonseca.
También, la apertura del monopolio de las cuentas corrientes, generó más competencia, lo que obligó a los bancos pagar un intereses por el ahorro a la vista, por lo que muchas personas trasladaron parte de sus recursos a estos instrumentos.
Otro factor que influye es la incertidumbre que existe en comportamiento de las tasas de interés de largo plazo.
Los ahorrantes al desconocer como se comportarán las tasas en largos períodos prefieren tener el dinero a la vista.
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