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Barcelona. EFE. La estricta reglamentación de la industria alimentaria y, sobre todo, de aquellos alimentos que pueden tener consecuencias negativas en la salud, es el próximo objetivo para prevenir males del corazón.
Así lo afirmó este fin de semana el presidente de la Federación Mundial del Corazón, Valentín Fuster, en la apertura del Congreso Mundial de Cardiología, que concluirá este 6 de setiembre, en Barcelona, España.
El incremento de obesos y diabéticos está estrechamente relacionado con el sedentarismo y los cambios en la alimentación.
Uno de ellos es el consumo cada vez más habitual de comidas rápidas, con grandes cantidades de grasas saturadas y carbohidratos.
Para Valentín Fuster, regular la producción de estos alimentos sería una de las principales formas de luchar contra la obesidad y las enfermedades cardiovasculares, que actualmente son la primera causa de muerte en los países desarrollados.
Agregó que también es necesario dejar de fumar, hacer ejercicio y llevar una dieta sana, para reducir los riesgos de padecer alguna enfermedad coronaria.
El presidente de la Sociedad Española de Cardiología, José Luis Alonso-Pulpón, recordó que las enfermedades cardiovasculares no son solo una cuestión masculina, sino que una de cada tres mujeres morirá a causa de este tipo de males.
Fuster y Alonso-Pulpón son dos de los más de 30.000 especialistas que participan en el Congreso Mundial de Cardiología, que se celebra desde el sábado 2 de setiembre, para debatir aspectos como la prevención de males cardiovasculares y avances los médicos en su tratamiento.
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