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San Rafael, Guatuso. Una niña de 6 años, vecina de esta población, murió ayer como consecuencia de un disparo de una carabina que, accidentalmente, accionó otro menor de la misma edad.
Ambos eran compañeros en el kínder de la escuela pública de San Rafael, donde cinco minutos antes los había recogido la madre del niño. La tragedia ocurrió a las 2 p. m. en el interior de una camioneta propiedad de Leandro Vásquez, abuelo materno del menor, estacionada a un costado de la sucursal del Grupo Financiero Coocique.
"Los menores estaban jugando solos en el carro", afirmó una fuente de la Fuerza Pública.
Fatalidad. La bala, la única que estaba en la recámara de la carabina, impactó a la niña en el pecho, informó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) .
A la víctima la llevaron a la clínica del Seguro Social y, posteriormente, la trasladaron al hospital de la vecina ciudad de Upala –40 km. al oeste de San Rafael de Guatuso– donde expiró tras ingresar a la sección de urgencias.
“Los médicos hicieron todo lo humanamente posible por salvarle la vida, pero la bala tocó el corazón de la víctima”, dijo Fabio Rodríguez, de la Cruz Roja de Guatuso.
Según la versión recabada por la Fuerza Pública, la carabina –calibre 22– estaba en la parte trasera del vehículo.
El abuelo materno del niño, un conocido productor agropecuario de la zona, la consiguió prestada con la intención de ahuyentar unos animales que estaban dañando cultivos en una de sus fincas.
“Por olvido, el señor la dejó en el carro”, dijo Julio Esquivel, jefe de la Fuerza Pública.
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