Viena. AFP. Las conversaciones previstas para ayer entre el encargado de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE), Javier Solana, y el negociador iraní, Ali Larijani, fueron aplazadas poco antes de que Irán elevara un poco más el tono en su enfrentamiento verbal contra Estados Unidos.
La reunión entre el jefe de la diplomacia europea y el negociador iraní se llevará a cabo "en unos dos días", indicó el embajador iraní, Ali Asghar Soltanieh.
El encuentro entre el Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior y Larijani se consideraba determinante para abrir negociaciones.
El objetivo de la probable reunión de Solana con Larijani sería aclarar algunos puntos de la respuesta iraní a los incentivos propuestos si abandona sus ambiciones nucleares. Según diplomáticos occidentales, el texto iraní no es del todo claro.
Según un diplomático cercano a las discusiones, los iraníes consideran a Solana como un simple mensajero y más bien desean negociar con los ministros europeos.
Mientras el encuentro se posponía, el presidente iraní, Mamud Ahmadineyad, invitó a su par estadounidense, George W. Bush, a un debate cara a cara en la Asamblea General de la ONU.
“Yo le digo (a Bush): el mundo le amenaza a usted, ya que el mundo está tomando el camino de la adoración de Dios y la divinidad. Esta corriente progresa y usted no es nada ante la voluntad de Dios”, declaró Ahmadineyad en Teherán.
Reforzando los temores internacionales, Irán anunció que fabricó una bomba guiada de 900 kilos, llamada Ghassed (Mensajero), que refuerza sus capacidades de defensa. La bomba será probada en los próximos días.