Santiago. AFP. La presidenta chilena, Michelle Bachelet, mantendrá la decisión de su gobierno de entregar la "píldora del día después" a adolescentes mayores de 14 años, en forma gratuita y sin autorización de los padres.
Eso a pesar de las duras críticas que lanzó la Iglesia Católica contra la controversial disposición.
“Lo importante en un régimen democrático es que nadie impone sus creencias y valores a los otros. En un régimen democrático se ofrecen alternativas y opciones para el Chile real, para todos”, dijo la Presidenta, que celebra seis meses en el puesto.
La Iglesia mostró su posición en una declaración pública de la Conferencia Episcopal, considerada como el más duro mensaje de los obispos chilenos desde el retorno del país a la democracia en 1990.
“Esto recuerda a políticas públicas fijadas en regímenes totalitarios que pretendían desde el Estado regular la vida íntima de las personas”, señaló la Iglesia.
Según la Conferencia, la medida anunciada por Bachelet “facilita fórmulas que promueven realidades deplorables en el campo de la sexualidad e incentiva la práctica del aborto”, dice en el texto.
Pero la mandataria se mantiene firme y aseguró que desde su puesto hará lo que deba hacer y volvió a defender la entrega del anticonceptivo de emergencia.
“El Gobierno no impone conductas, sino que pone a disposición de la población opciones con las cuales nos hacemos cargo de una realidad de nuestra sociedad”, señaló el Ejecutivo, también a través de un comunicado.
La “píldora del día después”, llamada así porque puede ser utilizada tras una relación sexual para detener un embarazo no deseado, se consigue desde hace más de dos años en Chile.
El fármaco puede ser adquirido en todas las farmacias, a un costo promedio de $10 por unidad, lo que impide que su venta sea mayor en los sectores pobres.
De acuerdo con el gobierno, en las zonas más modestas de Chile las madres menores de 18 años representan más del 20%. En cambio, en zonas acomodadas solo el 2%.