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Alajuelense supo capitalizar los errores de Carmelita

Dos tantos en 25 minutos bastaron a los rojinegros para doblar a los carmelos Primer triunfo de Alajuelense en el Morera Soto de la presente temporada

Alajuela. La Liga necesitaba, con urgencia, dos cosas: ganar ante su pueblo y a un equipo que no estuviera en los últimos lugares.
Las dos las logró ayer y sus seguidores salieron satisfechos, aunque el juego manudo sigue intermitente y, por lo tanto, está en la columna del "debe".
Alajuelense construyó su primer triunfo de esta temporada en el Morera Soto en los primeros 25 minutos; luego, lo supo cuidar, cuando Carmelita apretó –sin ahogar– en la complementaria.
Con Rolando Fonseca en el papel de conductor, el equipo manudo gana en presencia física en el último cuarto de cancha y en verticalidad hacia el arco contrario.
Uno-dos. Ayer no hubo tanta floritura en la Liga a la hora de pasar a la ofensiva y eso es bueno; pero padeció de una imprecisión terrible –sobre todo en la inicial– a la hora del pie a pie y eso es malo.
Esto facilitó las tareas de recuperación a los carmelitas; mas estos solo reaccionaron con el 2-0 en contra y tras el descanso.
Alajuelense se adelantó con un gol de cabeza de Erick Scott (minuto 9), tras un centro enviado como con tiralíneas de Carlos Castro, que sobró a la defensa verdolaga.
El tanto de Scott tuvo la complicidad de José Cruz, adelantado en el momento del centro y sin reacción a la hora del remate.
Al 25’, cayó el segundo. De nuevo, Cruz salió a quién sabe qué y Erick Jiménez, implacable en la altura, anotó.
El centro fue de Pablo Gabas y Cruz, esta vez, fue “ayudado” por Alejandro González y Rónald Rodríguez, los espectadores más cercanos de la anotación.
Los carmelitas, escribimos párrafos atrás, solo reaccionaron en la etapa complementaria, cuando ya tenía el fardo del marcador en contra sobre sus hombros.
Fue entonces que el afán de Andrés Chavez y Kenny Cunningham encontró un poco más de eco en Alejandro Sequeira y Gustavo Hernández, maniatados por los centrales Julio Romaña y Pablo Salazar y sin notarse por consiguiente.
La salida de Romaña –se fue por doble amarilla– hizo que la Liga pensara más en el resultado.
Entraron Ariel Rodríguez para ayudar en la contención –Cristian Montero había bajado a la zaga– y Harold Wallace, para colaborar en la defensa y hacer algún desdoble en el ataque.
Casi le sale la jugada a José Hernández: al minuto 90, Wallace se fue desde su posición defensiva y no hubo carmelo que lo pudiera detener en su carrera.
Sin embargo, escogió pasarle la pelota a Rolando Fonseca cuando parecía que el remate era una mejor alternativa.
La llegada de Wallace (81’) significó la salida de Víctor Núñez, quien apenas había entrado al 48’. Mambo se fue al camerino masticando bronca...
Alajuelense necesitaba ganar en su casa y ayer lo hizo ante un buen equipo como Carmelita.
Y todo se perdonó; hasta la torpeza del animador del estadio, quien hasta el cansancio se refirió al Hospicio de Huérfanos –homenajeados por el Día del Niño– como el “Auspicio” de Huérfanos.

  • POR Arnoldo Rivera J. / arivera@nacion.com
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