Buenos Aires. La violencia en el futbol argentino sigue compartiendo protagonismo, cada semana, con las crónicas de los partidos y el titular del Comité Provincial de Seguridad Deportiva (Coprosede), Mario Gallina, advirtió ayer que en su organismo están "esperando el próximo muerto".
La sentencia del funcionario fue consecuencia de lo sucedido el domingo en el partido entre Gimnasia y Esgrima La Plata y Boca Juniors, que fue suspendido a los 45 minutos, por supuestas amenazas del presidente de Gimnasia, Juan José Muñoz, al árbitro Daniel Giménez, en el entretiempo.
El informe de Giménez, presentado ayer ante la Asociación del Futbol Argentino (AFA), se refiere a “amenazas”, pero “no se menciona la palabra ‘matar’”, según precisó ayer Guillermo Marconi, titular del Sindicato de Árbitros Deportivos de la República Argentina (Sadra).
Tampoco le consta al sindicato de árbitros que quienes acompañaban a Muñoz, cuando entró al vestuario, fueran miembros de la barra brava del club. “No me consta que hayan sido miembros de la barra brava” y “por la información que tengo serían integrantes de la comisión directiva”, dijo Marconi.
Sin embargo, el diario Clarín citó ayer a “una fuente cercana al árbitro” para señalar que el presidente de Gimnasia entró al vestuario de los árbitros, en el entretiempo, y le dijo a Giménez: “Cuando salgas a la calle te vamos a matar nosotros cuatro”.
De acuerdo a un testigo, citado a su vez por el diario La Nación, pero no identificado, Muñoz se acercó a Giménez y le dijo: “Te voy a cagar a trompadas. Mañana en la AFA te mato”. Giménez pidió que retiraran a Muñoz.