Pococí. Limón Dos hermanos de apellido Benavides son el terror de La Rita de Pococí, donde los ligan con robos y asaltos callejeros.
Tras grandes esfuerzos policiales, se les detuvo el jueves y los trasladaron a la celda de la Delegación local mientras se formalizaban cargos contra ellos.
Confiados, los policías salieron de la Delegación para realizar otras diligencias y, al volver, se llevaron una sorpresa: Los Benavides habían escapado por un boquete que agrandaron en una de las paredes de la celda.
Las condiciones de la delegación local son ruinosas, al igual que muchas otras de este cantón del Caribe nacional.
El puesto policial de Guápiles solo tiene un servicio sanitario y se rebalsa cuando llueve, causando malos olores, así como la proliferación de moscas por todas las instalaciones.
Para empeorar las cosas, solo hay un cuarto para más de 50 oficiales quienes se ven obligados a dormir apretujados en el suelo o donde encuentren espacio.
Según Ubaldo Rojas, asesor legal de la Policía de Pococí y Guácimo, "todo esto perjudica la atención del público, el estado de ánimo de los policías y el normal desarrollo de nuestra labor".
El Ministerio de Salud declaró “inhabitable” la delegación pero los problemas no han sido resueltos por falta de presupuesto.
A manera de ejemplo, recordó que acondicionaron un calabozo para convertirlo en cuarto, pero “como no tiene ventilación es imposible dormir allí porque falta el aire y hace mucho calor”.