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Sorprendidos, alegres y agotados. Así regresaron ayer por la noche los 14 científicos latinoamericanos y el australiano que integraron la primera expedición científica de la historia que visita la Isla del Coco para iniciar un inventario de sus especies.
Tras 10 días de expedición los científicos tienen mucha información que deberán analizar. Por eso, no dieron aún resultados.
Los investigadores de las Islas Galápagos admitieron que la abundancia de especies los sorprendió positivamente.
Incluso Roberto Pépolas, de la Fundación Charles Darwin (Ecuador), aseguró que la vida marina guarda grandes similitudes en ambos sitios.
De igual manera, el científico australiano Graham Edgar recalcó que logró percibir en la isla una enorme variedad en pequeños espacios marinos.
Edgar analizó una ‘parcela’ de 50 x 5 metros en el agua y logró identificar 45 especies distintas de peces de arrecife, además de otros organismos como equinodermos y crustáceos.
Para Jorge Cortés, biólogo del Centro de Investigación de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad de Costa Rica, y líder de la expedición, este dato demuestra la extraordinaria diversidad de este parque nacional.
Además, estima que los arrecifes coralinos de esta isla se recuperan con más rapidez que aquellos que están más cerca de la costa y que son afectados por fenómenos tales como "El Niño".
Cortés y su equipo se dedicaron a teñir fragmentos de coral con un tinte violeta –que contrasta con el blanco natural del arrecife– para que, en un año, se pueda identificar cuánto crecen estos organismos.
Los científicos también hicieron análisis de la cantidad de sedimento que cae sobre los corales, uno de los principales problemas que afecta estos ecosistemas.
De igual forma, los expedicionarios tomaron muestras de zooplancton (microalgas y microorganismos) mediante una red que se arrastra por la superficie del mar.
Inventario. Todo esto es parte del inventario de especies.
Los científicos latinoamericanos zarparon el jueves 31 de agosto de Herradura (Puntarenas) con rumbo a la Isla del Coco.
Durante la expedición, compartieron una metodología regional de investigación que permitirá comparar los datos obtenidos en el Coco con los de las Islas Galápagos, la Isla Coiba (Panamá), y la Isla Malpelo y Gorgona (Colombia).
De esta forma, se podrán analizar similitudes, diferencias y conexiones importantes para entender mejor el ecosistema de cada isla y cómo puede mejorarse su conservación.
Esta expedición la planificó y financió MarViva, Conservación Internacional y el Centro de Investigación de Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR) de la Universidad de Costa Rica.
La misión reunió a expertos que representan al CIMAR, la Estación Científica Charles Darwin de Galápagos (Ecuador), el Área de Conservación Marina Isla del Coco (ACMIC), Conservación Internacional y MarViva.
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