Atlanta. Muchos de los miembros de los Bravos de Atlanta probablemente ni siquiera estaban pendientes cuando su récord de títulos de división llegó a su fin la noche del martes.
Pasó sin jugar, ya que su partido con los Filis de Filadelfia fue aplazado por lluvia, pero la victoria 6-4 de los Mets de Nueva York ante los Filis de Filadelfia acabó con las posibilidades matemáticas de los Bravos de alargar la racha de 14 cetros en el Este en la Liga Nacional.
Los Bravos se encuentran cinco juegos por debajo de .500 y están a más de 19 partidos de los punteros Mets, así que el objetivo de Atlanta está puesto desde hace rato en el wild card (comodín).
Sin embargo, sus esperanzas de llegar a la postemporada son ínfimas, pues se encuentra a cinco juegos y medio de los Padres de San Diego, equipo que marca el paso en la puja por el comodín.
"El margen de error es muy pequeño", dijo el manager Bobby Cox. “Los jugadores lo saben, y van a darlo todo”.
Para el gerente de los Bravos, John Schuerholz, el final de la racha, que comenzó en 1991 (no incluye la temporada de 1994, incompleta por una huelga) no es motivo para desmantelar el equipo.
“El espíritu del equipo no ha sido roto, ni tampoco lo están los pilares que permitieron esta gran racha de 15 años”, declaró .
Chipper Jones añadió que quizás se necesitará que pase algo de tiempo para poner en perspectiva la racha. “Probablemente no será reconocida de manera adecuada hasta dentro de 10 ó 20 años”.
Al mismo tiempo, Jones señaló que el crédito de esta temporada le corresponde a los Mets. “Jugaron una buena pelota. Fueron superiores a nosotros, esa es la mejor explicación”, afirmó.