Viena. EFE. Natascha Kampusch, la joven austríaca que estuvo ocho años en poder de su secuestrador cerca de Viena, fue a esquiar una vez con su captor, según confirmaron sus propios abogados.
Sin embargo, destacaron que en esa ocasión la joven, que tiene ahora 18 años, no vio ninguna posibilidad de huir.
La excursión a la montaña, a 100 kilómetros de Viena, ha dado pie a conjeturas, pero parece posible que su secuestrador, Wolfgang Priklopil, no se veía a sí mismo como un criminal y quería fingir cierta normalidad, afirmaron las fuentes.
Cuando Natascha tuvo que ir al baño, el hombre esperaba en la puerta y, aunque ella se encontró allí con otra mujer, no pudo comunicarse con ella porque era extranjera y no la entendió, aseguró la joven, en palabras de su abogado.
"Ella sabía que tal vez se le ofrecía en toda la vida una sola oportunidad para huir, que no debía aprovechar mal", dijo.
Además estaba desnutrida y no se sentía con fuerza para emprender una acción desesperada, sufría problemas del corazón y vértigo porque estaba mal alimentada, dijo su abogado Gerald Ganzger.