Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
La Paz y La Habana. AP y DPA. El presidente boliviano, Evo Morales, y el canciller brasileño, Celso Amorim, coincidieron ayer en La Habana, durante la reunión de los países No Alineados, en dar un tono distendido a la disputa sobre el control de los hidrocarburos.
No obstante, en sus respectivos países, los gobiernos mantuvieron un tono encendido en la disputa en torno a la comercialización del gas refinado en plantas de la estatal brasileña Petrobras, instaladas en Bolivia.
Morales confirmó en Cuba, donde participa en la cumbre , que su gobierno decidió suspender la disposición de tomar control de la comercialización del gas, con miras a facilitar las negociaciones con la empresa brasileña.
Asimismo, Amorim manifestó en la cita su interés de negociar el tema "sin arrogancia y sin perder la ternura".
Sin embargo, el tono de tales manifestaciones emitidas en el contexto amistoso del cónclave en la isla, contrastó con la que se percibió en Bolivia y Brasil.
Arbitraje. El gobierno de Bolivia dijo que afrontará “si es necesario” un eventual arbitraje en caso de que Petrobras decida acudir a un tribunal en rechazo a la nacionalización de los hidrocarburos.
“Bolivia afrontará si es necesario el arbitraje (...), pero hay que hacer todos los esfuerzos para no llegar al arbitraje. Si llegara el momento, y por no ir a ese proceso hay que transigir los principios (de la nacionalización), entonces preferimosllegar al arbitraje”, declaró el vicepresidente Alvaro García Linera, según destacaba ayer el diario La Razón .
Igualmente, el gobernante Partido de los Trabajadores, pidió al presidente Luiz Inácio Lula da Silva adoptar una postura “muy dura” frente a Bolivia “y demostrar que no hay ninguna transigencia frente a esa cuestión”.
Este documento no posee notas.