Marcos Rueda Quesada, auditor general de Recope, prefirió abstenerse de investigar la relación entre esa empresa estatal y una organización informal de ahorro y préstamo, denominada la Caja San José, que opera dentro de la institución.
Rueda adujo que tomó la decisión porque su subalterno más directo, el subauditor general Fernando Mills, forma parte de la dirigencia de la Caja.
La investigación la solicitó el miércoles la junta directiva de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope). Al final, el estudio fue encargado al director jurídico, Ricardo Rodríguez.
Rueda agregó que las personas a las que habría encargado el estudio son subalternos de Mills, por lo que pidió que el estudio fuese independiente de la Auditoría.
"Yo parto del hecho de que cada palo aguante su vela. Me preocupa la confidencialidad de la información", manifestó.
El auditor general aseguró que desconocía que la Caja San José todavía existiera. “Hace ocho o diez años me enteré del funcionamiento y hubo una gestión para que las cajitas que se movían a nivel de dependencia se eliminaran a efecto de evitar problemas. Yo creí que había desaparecido”.
“Yo desconocía y no tenía por qué preocuparme por el funcionamiento de la Caja”, añadió.