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Aglomeración e incomodidad agobian a los solicitantes

Realizar un trámite en el Departamento de Armas y Explosivos resulta tedioso para los usuarios.
Las gestiones tardan unas dos horas debido al tiempo de espera y al poco personal que atiende a la gran cantidad de personas que demanda de los servicios.
Se cree que diariamente unas 150 personas acuden al local de Armas y Explosivos, ubicado cerca del cementerio de San Pedro de Montes de Oca.
Un edificio de tres pisos, con solo una escalera de acceso, sirve para albergar tanto a Armas y Explosivos como las oficinas que regulan lo concerniente a las empresas de Seguridad Privada.
Ambas dependencias de Seguridad Pública llevan una estrecha relación porque los oficiales de seguridad privada deben tener un carnet que los autorice a portar armas si desean conseguir el que les permita ejecutar su trabajo.
Sin espacio. William Hidalgo, director de Armamento de Seguridad Pública, admitió que el edificio es incómodo y que muchas veces se producen aglomeraciones que obligan a cerrar el inmueble y a restringir el ingreso.
En el primer piso hay oficinas administrativas, en el segundo se atiende lo relacionado con armas, y en la tercera planta lo referente a empresas de seguridad privada.
Hidalgo manifestó que los problemas se presentan en la segunda planta, donde, en un pequeño espacio, los usuarios deben esperar para recibir atención.
Allí, en una sola ventanilla se inscriben las armas, se reciben y se entregan las solicitudes para la portación de armas.
También allí se emiten los certificados de participación en los cursos teórico-prácticos.
Un usuario, quien prefirió no se lo identificara, manifestó, el miércoles anterior, que es necesario que abran más ventanillas.
"Aquí vienen personas que hacen trámites de empresas. Traen 20 ó 30 solicitudes y tardan horas en esas gestiones", manifestó.
Agregó que muchos usuarios llegan por un trámite que es rápido, como el de renovación de permiso de portación de armas (el cual tiene que efectuarse cada dos años), y esperan hasta dos horas por una gestión que no tarda diez minutos.
William Hidalgo dijo que buscan soluciones, pero que el proceso de reubicación lleva tiempo.
“Lamentablemente, en el espacio para el público no caben más de diez personas”, reconoció Hidalgo.
“Hemos dicho a los usuarios que se quejen ante la Contraloría de Servicios. Estamos abocados a conseguir un local más adecuado”, explicó el funcionario.
Rechazó que en los procesos participen “gavilanes” para aprovecharse de las aglomeraciones y “vender” puestos de atención.
Empero, según Hidalgo, el sistema permite que personas autorizadas presenten los documentos, pero, para retirar los diversos carnés, debe acudir el interesado, en persona.

  • POR Carlos Arguedas C. / carguedasc@nacion.com
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