Corresponsal
Puntarenas. Erlyn Hurtado Martínez, a quien se juzga por la masacre en el Banco Nacional de Monteverde (Puntarenas), pidió entonces disculpas a dos de los sobrevivientes por lo que había hecho.
Así lo manifestó ayer, durante el juicio, Elizabeth Artavia Solís, quien permaneció como rehén de Hurtado durante las 28 horas que duró la toma del banco.
La testigo es cajera en el Banco Nacional desde hace 13 años.
Artavia precisó que Hurtado se disculpó cuando ella se encontraba junto a Nancy Ramírez, quien en ese momento tenía ocho meses de embarazo.
La sobreviviente relató que Hurtado pasó la noche junto a ellas y otro empleado, Bernal Villalobos, dentro del cuarto de cheques, y que siempre apuntaba con su arma hacia la puerta.
"Él se alteraba mucho mientras hablaba por teléfono con la negociadora. Decía en voz alta que tenía una granada, mientras negociaba por teléfono, pero a nosotros nos decía que no la iba a hacer estallar", expresó la testigo.
Tras dinero. La cajera dijo no haber sentido que a Hurtado lo afectase la muerte de sus hermanos.
“Él dijo que lo único que querían (los tres hermanos) era llevarse el dinero y nada más, no ocasionar tantas muertes”, relató .
Artavia destacó que Erlyn Hurtado siempre les hizo creer que dentro del banco había otro compañero. “Sin embargo, nunca los escuché hablar entre ellos”, agregó.
Antes de entregarse, Hurtado le dio el dinero del rescate. “Me dijo que no lo quería, que le diera la mitad a su hijo y la otra mitad que me la dejara yo”, recordó Artavia.