La protesta convocada por los porteadores tuvo ayer una raquítica participación al punto de que no provocó congestionamientos importantes en las calles.
Los manifestantes se presentaron en pequeños grupos en Cartago, Alajuela, Liberia, Puntarenas, Jacó, La Uruca (San José) y la Asamblea Legislativa.
El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) multó a 35 transportistas por diversas infracciones a la Ley de tránsito, como mal estacionamiento, vidrios polarizados y servicio ilegal.
El MOPT también decomisó un vehículo con placas falsas.
Asimismo, el MOPT denunció que dos oficiales de Tránsito fueron agredidos por los porteadores cuando los detuvieron para pedirles los documentos de los carros.
Los hechos ocurrieron en Cartago y La Uruca. Al parecer, los transportistas golpearon a puñetazos a los agentes. Sin embargo, representantes de los porteadores negaron que se tratara de una agresión y más bien acusaron a la Fuerza Pública de ocasionar los incidentes.
"Hubo una provocación de parte de la Policía porque quieren usarnos para demostrarle fuerza a quienes pretendan protestar contra el Tratado de Libre Comercio contra los Estados Unidos", dijo Víctor Salazar, presidente de la Cámara Nacional de Porteadores.
Otro amago de violencia se dio en Alajuela cuando el Tránsito intentó multar a unos 30 porteadores que circulaban a baja velocidad.
Ante el airado reclamo de los porteadores, se presentaron policías antimotines que dispersaron con rapidez a los transportistas.
Para la viceministra de Transportes, Viviana Martín, muchos porteadores decidieron no participar para evitar ser sancionados.
Este grupo pretende frenar un proyecto de ley que se discute en la Asamblea Legislativa y que propone declarar ilegal su actividad.
Apoyo. Los organizadores esperaban ayer en las calles a unos 10.000 transportistas.
Salazar alegó que hubo más participación de la prevista, pero que no se notó porque estaban organizados para no provocar bloqueos.
Adelantó que si los legisladores insisten en aprobar el proyecto de ley, realizarán una huelga.
Un grupo de porteadores llegó al Congreso junto con sus hijos. Los niños cargaban pancartas apoyando el servicio de porteo.
“Soy jefa de hogar y con este trabajo pago la casa y el estudio de mis tres hijos”, afirmó Hilda Bogantes, vecina de San Ramón.