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La Paz. Reuters. El Gobierno de Bolivia calificó como absolutamente equivocada una evaluación de Washington sobre la lucha antidrogas en ese país y dijo que cumplirá sus metas de reducción de cultivos de coca independientemente de las presiones.
La política de "cocaína cero pero con producción de coca" seguirá adelante porque ha demostrado ser eficaz para combatir al narcotráfico y a la vez mantener la paz social, dijo el portavoz gubernamental, Alex Contreras.
En un informe sobre la lucha contra el narcotráfico en todo el mundo, el presidente George W. Bush dijo el lunes que la política del gobierno de Evo Morales habría permitido la expansión del cultivo de coca.
El informe desconoció aparentemente las cifras del Gobierno boliviano sobre erradicación de cocales y señaló que esta labor apenas se habría reanudado, lentamente, hace unos dos meses.
Washington agregó que esperaba que Bolivia alcance en seis meses la erradicación de 5.000 hectáreas, anunciando una nueva evaluación para marzo del 2007.
Contreras dijo que la lectura que tiene el Gobierno de Estados Unidos respecto a la política antidrogas boliviana es absolutamente equivocada.
Añadió que el gobierno de La Paz está convencido de alcanzar éxito en la lucha contra las drogas preservando los usos naturales de la coca como medicamento, alimento y producto ritual.
En Bolivia, el tercer productor mundial de cocaína después de Colombia y Perú, hay al menos 25.000 hectáreas de cultivos de coca, de las cuales entre 12.000 y 16.000 son consideradas legales, según el criterio que se utilice.
Indicó que en sus casi ocho meses de gestión el gobierno de Morales erradicó hasta 3.411 hectáreas de cocales y hasta fin de año se va a superar la meta de 5.000 hectáreas, en un trabajo voluntario de los cocaleros, sin necesidad de represión ni violencia.
“Ee. UU. está acostumbrado a imponer a Bolivia algunos criterios en una lucha contra las drogas que ha sido una guerra falsa, una guerra contra campesinos y no contra rcotraficantes ni contra el consumo en casi 20 años”, afirmó el portavoz boliviano.
La política antidrogas boliviana está definida en una ley de 1988 que dio nacimiento a programas de erradicación y sustitución de cultivos de coca, financiados en gran parte por Washington y resistidos por los sindicatos de cocaleros liderados por Morales.
“Vamos a cumplir no por imposición de Estados Unidos sino sobre todo por una decisión del Gobierno”, señaló Contreras.
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