Straffan, Irlanda. Dos docenas de multimillonarios jugarán desde hoy y hasta el domingo en Irlanda solo por la gloria del triunfo en una de las competiciones más seguidas del mundo: la Copa Ryder de golf, un acontecimiento deportivo como ningún otro.
Son muchos los alicientes que hacen que el torneo bienal entre Europa y Estados Unidos sea único y que levante pasiones en personas que jamás pisaron un recorrido de 18 hoyos. Solo así se explica que sea seguido por unos 750 millones de personas por televisión en todo el mundo.
Y el inicio de la competición cumplirá ya con las expectativas: la "pareja de ensueño" de Estados Unidos, formada por Tiger Woods y Jim Furyk, abrirá la Copa Ryder con el primer duelo en fourballs ante el escocés Colin Montgomerie y el irlandés Padraig Harrington, pareja de Europa.
Uno de los aspectos más destacados es el monetario: el choque rebosa dinero, pero ninguno de los jugadores se embolsará nada. Y a pesar de que el golf es probablemente el deporte que más dinero mueve en el mundo, ninguna de las superestrellas quiere perdersa la cita por nada del mundo.
Se calcula que en patrocinios, derechos de televisión y entradas la Copa Ryder dejará unos 20 millones de euros de beneficios directos (unos 25 millones de dólares). Y eso sin contar el enorme impacto que supondrá para la pequeña localidad de Straffan, a 30 kilómetros de Dublín, y para toda Irlanda, que acoge por primera vez el torneo.
Solo por la presencia del mejor jugador del mundo, Tiger Woods, los expertos económicos cuentan con unos ingresos extra de 100 millones de euros (127 millones de dólares). “No sé en realidad si creerme esas cifras”, afirmó escéptico el californiano de 30 años.
Locurra en la taquilla. Lo cierto es que la máquina de hacer dinero de la Ryder no se detiene. La venta de entradas comenzó en mayo de 2005 y en 24 horas se acabaron.
Por día solo un máximo de 40.000 personas pueden entrar en el reccorrido. En Internet se vendieron boletos para un día al precio de 600 euros (762 dólares), cuando oficialmente una entrada para cuatro días cuesta 346 euros (unos 440 dólares). El pase para los tres días alcanza ya los 1.500 dólares en el mercado negro.
Europa buscará además un hito: su tercer triunfo seguido.