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De poco sirvió el ulular de sirenas de las unidades extintoras del Cuerpo de Bomberos, ni los gritos y ademanes del personal de ese servicio.
Choferes de autobuses de distintas líneas y de autos particulares se convirtieron, ayer en la tarde, en obstáculos para los bomberos que intentaban llegar a un edificio en llamas, en el centro de San José.
Esta vez, el denso tránsito complicó el trabajo de los bomberos, quienes podían observar a lo lejos grandes lenguas de fuego que salían del segundo piso del inmueble ubicado frente a un local de Auto Mercado, sobre avenida tercera.
Para empeorar las cosas, centenares de curiosos corrían hacia el sitio del siniestro, la mayoría para "agarrar el mejor lugar" y no perderse detalle del “espectáculo”.
“Fue algo tremendo, no nos dejaban pasar por ningún lado”, relató el jefe de Bomberos, Melvin Calderón, quien aseguró que perdieron “minutos valiosos” atrapados en medio del congestionamiento vial.
“Esta vez nos estorbaron buses, autos, motos, gente en las calles. Llegar al edificio en llamas fue dificilísimo”, insistió.
Circo callejero. Mientras los bomberos pujaban por llegar, algunos conductores de autobús se estacionaron frente al edificio en llamas y se tomaron su tiempo para dejar subir a varios pasajeros.
“Yo vi un bus estacionado allí, a pocos metros del edificio incendiado y los bomberos le gritaban que los dejara pasar, pero (el chofer) no hacía caso”, manifestó el dueño de una venta callejera.
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