Aparte de las razones tradicionales para que los ciudadanos no asistan a votar, la falta de transporte se convirtió en una razón de peso en las elecciones del 5 de febrero.
Según las personas entrevistadas por Unimer, el traslado hasta las urnas volvió a ser una razón significativa del abstencionismo, pese a que durante la campaña los partidos políticos y el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) minimizaron el efecto que podría tener.
Un 17% de los entrevistados que se abstuvo de votar, alegó que no lo hizo por problemas de traslado, pues vivían lejos del recinto electoral que les correspondía.
Esa justificación solo fue superada por razones ya conocidas como la falta de confianza en los políticos porque no cumplen sus promesas (19%) y que no les gustaba ninguno de los candidatos (18%).
Según las cifras del TSE, en febrero no votaron 887.365 personas por lo cual, según los datos de la encuesta, fueron aproximadamente 150.000 personas las que no acudieron a las urnas por problemas con el transporte.
Por su parte, unas 80.000 personas (9%) alegaron que ese día trabajaron o estuvieron enfermas.