Un barco costarricense, con cuatro pescadores nacionales, fue detenido el miércoles en aguas del Pacífico panameño con 621 kilos de cocaína y 34 de heroína.
Así lo confirmaron ayer voceros del Servicio Nacional de Guardacostas y del Servicio Marítimo Nacional de Panamá, quienes precisaron que se trata de la embarcación Navegante I.
Los ticos presos fueron identificados como Porfirio Mendoza Aguirre, capitán del navío; Greivin Gerardo Rosales García, Julio César Mendoza Aguirre y Jorge Luis Bolaños Aguirre.
Todos arribaron ayer a Panamá donde quedaron a las órdenes de la Fiscalía de Drogas, acusados de tráfico internacional.
El dueño. El Navegante I, matrícula 4028-TQ, aparece registrado como propiedad del pescador Sixto Zapata Pizarro, de 49 años, vecino de Boca Vieja de Quepos, en el cantón de Aguirre, Puntarenas.
Esa información fue corroborada, ante consulta hecha por La Nación, por la Oficina de Prensa del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca).
La dependencia precisó que dicho barco aparece legalmente registrado, pero solo tenía permiso para navegar en aguas nacionales.
Sixto es el hermano mayor del comerciante Lenín Zapata Pizarro, de 39 años, asesinado por sicarios, a balazos, la tarde del 29 de agosto en el bar El Pescadito, ubicado en el barrio Boca Vieja de Quepos.
Ese día también ultimaron a Giovanni Guzmán, de 40 años.
El doble crimen fue cometido por asesinos a sueldo aún no identificados, estima el OIJ.
Zapata, consultado anoche por teléfono, aseguró que vendió el Navegante I hace cuatro meses a un vecino de Puntarenas.
Se trata de un auxiliar de mecánica y pescador artesanal de apellido Manzanares, de 34 años.
"Me pagó $55.000 en dos pagos. Yo tengo que limpiar mi nombre. No tengo nada que ver con ese decomiso de droga y tengo papeles para demostrar que el barco no es mío, que lo vendí", insistió.
Operativo conjunto. El Navegante I fue interceptado la mañana del miércoles por barcos patrulleros de Colombia y Panamá en aguas jurisdiccionales panameñas, en una ruta usualmente empleada para el trasiego de drogas.
Las autoridades se comunicaron a las 8 a. m. de ese día con el director de Guardacostas de Costa Rica, Carlos Alvarado, quien, basado en jurisprudencia mundial y legislación nacional, autorizó su inmediato abordaje.
Los cuatro costarricenses no opusieron resistencia, según informaron las autoridades.