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Los pacientes que ingresan al San Juan de Dios sufren las consecuencias de un hospital enfermo: tiene equipos obsoletos, centenarios edificios que se están cayendo y un gran faltante de camas.
Una inadecuada gestión administrativa y poco presupuesto se mezclan en este hospital desordenado, atrasado e insuficiente para atender al millón de habitantes que le corresponden.
Mientras, 8.000 pacientes tienen que esperar hasta tres años para someterse a una cirugía y cientos más acudirán a hospitalizarse con la sorpresa de que lo único disponible para ellos es una camilla arrinconada en un pasillo.
Wagner Ramírez, jefe de Cirugía, denunció que durante la última década el hospital perdió 412 camas, al pasar de 1.128 en 1993 a 716 en julio del 2006.
Estrujándose. Este centro médico perdió 100 de esas 412 camas en el último año, cuando se vio obligado a clausurar cuatro áreas declaradas inhabitables porque los pisos colapsaron y las paredes de cemento y bahareque se resquebrajaron.
Se trata de las viejas secciones de recuperación de Cirugía, rehabilitación de Ortopedia, hospitalizados de Otorrino y el área de Cardiovascular.
En esta última sección, ubicada en un segundo piso, las camas y paredes están en perfecto estado, pero el ascensor no sirve.
Al daño en los equipos se suma el faltante de camas que obliga a los médicos a posponer cirugías, porque todas las secciones del hospital están saturadas.
"Si el salón recuperación de cirugía amanece lleno, no puedo operar a nadie más porque no hay dónde ubicarlo", dijo Ramírez.
Estos problemas los enfrentan pacientes como Vianney Alfaro, quien el miércoles pasado cumplía cuatro días arrinconado en un pasillo de emergencias médicas.
Este señor de 44 años y vecino de Turrubares no tenía claro cuándo iba a conseguir una cama fija para atender sus dolencias óseas.
Aunque en el corredor recibe tratamiento y se le practican los exámenes, en esta incomodidad Alfaro no tiene una mesa para guardar sus pertenencias y debe compartir el único baño y la ducha con 11 personas más.
Ese día, de 21 pacientes que esperaban cama en los pasillos, solo cuatro lograron internarse.
Precisamente, en infraestructura, el San Juan de Dios es el hospital más grande del país y de eso da cuenta un dato: tiene ocho kilómetros de pasillos.
¿Qué pasa? Mario Arias, subdirector médico, aceptó que la infraestructura del hospital es obsoleta. El San Juan de Dios cumplió 151 años de construido y muchas de sus paredes son de bahareque y están reventadas por los últimos sismos.
Francisco Gólcher, jefe de Habilitación del Ministerio de Salud, detalló que presenta daños en acabados de paredes, pisos y cielorrasos.
Hay un déficit de servicios sanitarios y problemas de ventilación e iluminación en algunos salones. Además, los salones están saturados y no hay distancias adecuadas entre cama y cama.
Mario Arias asegura que el hospital pasa saturado todos los días porque el 75% de su población de referencia no tiene dónde acudir en caso de una cirugía.
Los vecinos de Desamparados, Pavas, Hatillos y Alajuelita solo tienen al San Juan para tratar una apendicitis o cauterizar várices.
En el caso del hospital México, sus pacientes de referencia son de Alajuela, Heredia, Puntarenas y Guanacaste y en todas esas provincias hay hospitales donde se pueden tratar dolencias y operaciones menores, señaló Arias.
Desde 1996 el hospital planteó la necesidad de construir una torre quirúrgica y un área para emergencias, pero hasta ahora el proyecto sigue en el papel.
Rosa Climent, gerente médica de la Caja Social, dijo que el plan debe discutirse en este cuatrienio, pero descartó que la obra pueda terminarse antes del 2010.
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