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La Paz. AFP y EFE. El presidente de Bolivia, Evo Morales, ordenó ayer a su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS), imponer su mayoría en la Asamblea Constituyente, a despecho, si es necesario, de acuerdos con la oposición derechista, en una reunión con indígenas y campesinos en la ciudad central de Cochabamba.
"La aprobación artículo por artículo (de la nueva Constitución) es por mayoría absoluta, y eso ha dicho el pueblo boliviano", enfatizó el mandatario al término de una reunión de casi ocho horas con unos 5.000 delegados de organizaciones sociales.
Instalada hace casi dos meses, la Asamblea se encuentra estancada por enconadas pugnas entre el MAS y la oposición derechista que acusa a Morales de pretender hegemonizar el órgano de forma “dictatorial, totalitarista”, con base en la mayoría absoluta (50%+1) de los 255 votos con que cuenta el plenario legislativo.
Las discrepancias entre el oficialismo y la oposición se centran en el estatus que debe tener frente a otros poderes y la forma de votación para aprobar la nueva Carta Magna.
El MAS, que tiene 137 escaños, plantea una Asamblea plenipotenciaria y la mayoría absoluta (128 votos) para aprobar los artículos, mientras que la oposición ha reclamado la aplicación de dos tercios (170 votos) acordados en la ley de Convocatoria al foro.
El presidente remarcó en su discurso que la oposición, liderada por la conservadora Poder Democrático y Social (Podemos) del expresidente Jorge Quiroga (2001-2002), busca que la Asamblea fracase y no desea aprobar un nuevo texto constitucional.
Insistió en que no cree posible el consenso con esos “enemigos de hace 500 años, ladrones, terratenientes, privatizadores” y apuntó que por esperar acuerdos solo se va “a perder tiempo”.
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