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La mayoría de las municipalidades cobran tarifas ridículas por suministrar agua potable, recoger basura o limpiar calles.
Debido a ello, el dinero que se recauda muchas veces no alcanza ni siquiera para cubrir los costos ordinarios de operación de esos servicios y mucho menos para mejorarlos.
Entonces los ayuntamientos toman el dinero destinado a obras comunales para cubrir el déficit. Esos recursos provienen de las patentes municipales y del impuesto de bienes inmuebles.
De acuerdo con la Contraloría General de la República, el 55% de las municipalidades tienen tasas desactualizadas o no cobran nada por los servicios que ofrecen.
El Código Municipal permite a los ayuntamientos actualizar sus tarifas al menos cada año. No obstante, solo Belén, Goicoechea, San Isidro de Heredia y San José lo hacen de esta forma.
Por otra parte, solo 46 de los 81 municipios actualizaron sus tarifas de recolección de basura entre el 2004 y abril del 2006.
En aseo de vías, 43 cobran montos fijados hace más de tres años, y de los 35 municipios que suministran agua potable solo 18 actualizaron la tarifa al menos una vez desde el 2004.
La Contraloría también reprendió a 19 municipios que brindan en forma gratuita la limpieza de parques y zonas verdes.
Durante el 2005 los ayuntamientos recaudaron ¢122.840 millones, de los cuales ¢17.442 millones correspondieron a la venta de servicios.
Críticos. Pese a que ha pasado serios apuros con la recolección de basura, la Municipalidad de Tibás apenas cobra ¢213 mensuales a los vecinos por ese servicio.
Ese monto es casi ocho veces menor que lo que pagan los vecinos de Belén, quienes reciben un servicio puntal.
Percy Rodríguez, alcalde tibaseño, dijo que esta tarifa permite recaudar por año unos ¢180 millones, pero admitió que para recoger los desechos requieren ¢500 millones anuales.
El funcionario afirmó que el próximo año la tarifa residencial aumentará a ¢532 mensuales y la comercial subirá a ¢1.332 (ahora se pagan ¢533).
Por otra parte, en Flores de Heredia no se actualiza la tarifa de agua desde el 2002. Allí los vecinos pagan ¢1.000 por mes sin importar lo que consuman. En ese cantón, durante la mañana llega poca agua a las casas.
Esa tarifa es risible si se compara con la de Acueductos y Alcantarillados (AyA), que cobra ¢3.450 mensuales, en promedio, a una casa donde vivan cuatro personas.
Sergio Picado Garro, alcalde de León Cortés, reconoció que no han actualizado la tarifa de agua, por lo que cobran ¢595 mensuales fijos.
Luis Flores, alcalde de El Guarco, alegó que la tasa por consumo de agua no la aumentan "porque el servicio no es bueno". Ahí cobran ¢580 mensuales, como mínimo.
Poca voluntad. Mario Morales, presidente de la Unión Nacional de Gobiernos Locales , opinó que algunos municipios no actualizan sus tasas por falta de voluntad política.
“Los regidores se oponen a las alzas por populismo y por una oportunidad política. En Aserrí duramos dos años para ajustar la recolección de basura con el concejo anterior”, dijo Morales, quien también es alcalde de Aserrí.
Fabio Molina, presidente ejecutivo del Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM), considera que las municipalidades que no actualizan las tarifas “castigan al contribuyente”. “No hacen obras comunales porque los recursos libres los toman para prestar servicios”, dijo. Colaboraron: Francisco Angulo, Fernando Gutiérrez, Rebeca Rodríguez, Carlos Hernández, Zoyla Mora y Jorge Esquivel.
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