El Gobierno de Óscar Arias destinará unos $30 millones (¢15.660 millones) al Ministerio de Seguridad Pública para la reparación de diversas delegaciones policiales en todo el país.
Se trata de al menos 25 puestos que se encuentran en estado ruinoso, lo cual pone en peligro la salud de cientos de oficiales de la Fuerza Pública, así como del personal administrativo.
Lo recursos forman parte de un préstamo de $200 millones que gestiona la Casa Presidencial ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para invertirlo, con carácter de urgencia, en distintas obras de infraestructura nacional.
La información fue confirmada el viernes por el titular de Seguridad Pública, Fernando Berrocal, durante un encuentro que sostuvo en Heredia con dirigentes de 60 comunidades capacitadas en el Programa de Seguridad Comunitaria.
Actualmente muchas de las delegaciones policiales funcionan en edificios deteriorados y algunas, de no recibir inmediato mantenimiento, podrían ser clausuradas por el Ministerio de Salud.
La Nación reveló ese grave problema el 12 de setiembre en un reportaje titulado "Delegaciones policiales funcionan en la miseria".
Voceros policiales informaron ese día de que al menos 18 comisarías deberían ser demolidas por las pésimas condiciones estructurales en las que se encuentran.
Hay policías que se enferman debido a la inhalación de los gases que salen de los tanques sépticos en mal estado, o bien, por mojarse durante las noches a causa de las numerosas goteras en la delegación donde laboran.
Más recursos. El ministro Berrocal anunció que en pocas semanas recibirán, además, una donación de ¢1.100 millones del Gobierno de Taiwán para la compra de radiopatrullas, motocicletas y chalecos antibalas.
También el presupuesto de Seguridad Pública crecerá en un 35% el próximo año.