Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Dos policías ganaron el pulso al Ministerio de Seguridad Pública sobre la reparación de las delegaciones en estado ruinoso donde laboran desde hace varios meses.
Se trata de Wilson Alfaro Sancho y Fernando Porras Guevara, destacados en Zapote y Cerbatana de Puriscal, respectivamente.
Esos puestos de vigilancia se encuentran en precarias condiciones y los jerarcas policiales, pese a reiteradas quejas de los oficiales, nunca los repararon.
La Delegación de Cerbatana no cuenta con servicio eléctrico, agua potable, ni sanitario.
"Ante una eventual necesidad fisiológica tendría que caminar cuatro kilómetros...", alegó Porras ante los magistrados.
La situación en la delegación de Zapote es parecida.
Se trata de un cuarto de madera construido en la segunda planta de una vieja casa, donde hay rendijas, goteras, malos olores, cucarachas y ratones.
“Solo hay cuatro camarotes de metal en mal estado, el cuarto de baño y el servicio sanitario; no tiene puertas, y sus ventanas se encuentran quebradas. Las instalaciones eléctricas están en mal estado y, en general, las condiciones del edificio son deplorables”, argumentó Alfaro ante la Sala IV.
Sin salidas de emergencia. La comisaría de Zapote, a la que se llega por una escalera de madera a punto de caer, no cuenta con salidas de emergencia y los policías temen quedar atrapados en caso de un incendio o un terremoto.
“Aquí nos jugamos la vida todos los días. La verdad es que es más peligroso trabajar en este local que enfrentar a la delincuencia”, exclamó un oficial que pidió no ser identificado por temor a represalias.
Otro agente insistió en que “los pisos de madera están llenos de grietas”. Además, a veces algunos policías se ven obligados a dormir en el piso por falta de camas.
En Cerbatana de Puriscal los policías tienen que hacer sus necesidades “al aire libre”.
No cuentan con electricidad como para preparar alimentos, escuchar radio o ver la televisión.
Cuando llueve, todo se moja debido a la gran cantidad de goteras. “Se desprenden olores que resultan nocivos para su salud”, se quejó Porras ante los magistrados.
Les dieron la razón. La Sala Constitucional falló a favor de los policías y ordenó al director de la Fuerza Pública, Osvaldo Alpízar, “realizar las actuaciones necesarias para solucionar las deficiencias sanitarias y de seguridad”.
El funcionario dijo ayer que acatará de inmediato esa resolución.
“Es una de nuestras metas y esperamos reparar las delegaciones muy pronto, es una necesidad real”, comentó el jefe policial.
Alpízar recordó que pronto recibirán $10 millones del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para la reparación de todas las delegaciones.
Este documento no posee notas.