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Bruselas. AFP. La comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero Waldner, afirmó ayer que todos los países de la Unión Europea tendrán que ceder para lograr una política común sobre inmigración que ponga fin a las divisiones acerca de esa cuestión entre los socios del bloque.
"Hay diferencias, se sabe. Hay países que son más restrictivos y hay otros países que son más abiertos. Creo que el objetivo tiene que ser en el futuro una política común", explicó Ferrero Waldner, al referirse al actual debate en el seno de la UE, donde los países mediterráneos pretenden un mayor compromiso de sus socios del norte para enfrentar el problema de la inmigración ilegal.
“Creo que es difícil tener una solución a un reto que es tan grande. Todos tendrán que ceder, como siempre. Si será un compromiso, todo el mundo tendrá que buscar una fórmula que después sea válida para todos”, agregó la Comisaria en Bruselas.
Encuentro. Ferrero Waldner tiene previsto participar hoy en Madrid en una cita sobre migración organizada por España con sus siete vecinos del sur del bloque: Italia, Portugal, Francia, Grecia, Malta, Eslovenia y Chipre.
El objetivo de esa reunión es presentar una propuesta conjunta a los 25 para lograr un “modelo europeo” de control de las fronteras marítimas del sur de la UE, en el centro de la atención por la crisis en las Canarias, que han recibido en lo que va del 2006 un récord de más de 25.000 clandestinos.
Hasta ahora solo tres países (Italia, Portugal y Finlandia) participan con España en patrullajes marítimos frente a las costas de las islas Canarias.
El problema es que algunos socios como Alemania, Austria y Holanda ya manifestaron su reticencia a la hora de ayudar a España, a la que critican por su programa de regularización masiva de ilegales en el 2005, que a su entender actuó como un “llamado” para alentar la llegada de más clandestinos.
Pero la verdadera cuestión de fondo es si se avanza o no hacia una política migratoria común, con reglas comunes para los 25 países de la UE, algo por el momento lejano a raíz de las diferencias entre los socios europeos.
De su lado, la Comisión Europea ha reafirmado en varias ocasiones en los últimos tiempos su posición a favor de una mayor integración en la cuestión del control de los flujos migratorios.
La Comisaria insistió a adoptar medidas adicionales como el combate contra los traficantes de personas, así como una mejor gestión de fronteras.
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