Estambul. Reuters. El líder rebelde curdo Abdulá Ocalan, actualmente en prisión, pidió a sus seguidores que declaren un alto el fuego incondicional con Turquía en medio de la escalada de violencia de dos años en el sureste del país.
Su petición se produce tras las advertencias de Ankara de que podría atacar las bases en el norte de Iraq del Partido de los Trabajadores del Curdistán (PKK), si las fuerzas iraquíes y estadounidenses fracasan en su lucha contra ellas.
Estados Unidos y la Unión Europea, así como Turquía, tienen al PKK en la lista de organizaciones terroristas.
La preocupación de Turquía respecto al conflicto ha crecido este año por una serie de atentados mortales en todo el país, muchos atribuidos a un grupo activista curdo relacionado con el PKK. También se han incrementado los ataques contra soldados.
Ha habido especulaciones sobre un cese inminente del alto el fuego en los últimos días y Ocalan dijo en un comunicado de dos páginas que tal decisión sería una oportunidad para alimentar una solución democrática y pacífica al conflicto.
"De cara a lograr esto, estoy tomando parte y pido al PKK un alto el fuego. Espero que el PKK escuche mi petición", dijo el líder en un comunicado enviado desde la prisión de Imrali, en Estambul.
El gobierno de Turquía ha ignorado anteriores ceses al fuego unilaterales del PKK durante su violenta campaña para tomar una parte del sur del país.
Más de 30.000 personas han muerto desde que el PKK tomó las armas en 1984.