El ranquin propuesto por la Contraloría General de la República desacredita los presupuestos dictados por el Código Municipal de lo que debe ser un verdadero gobierno local, al dejar de lado la medición de indicadores fundamentales como el mejoramiento de procesos internos, la agilización de trámites, la capacitación del personal, depuración de servicios, la inversión social, el desarrollo de la cultura de control social, entre otros; se aventura con ello a emitir un informe a todas luces injusto y desproporcionado, haciendo caso omiso a su labor fundamental de fiscalizar de manera integral y particular la labor de cada institución del país.
La realidad del desarrollo del régimen municipal se encuentra en el núcleo de cada municipalidad y no en la generalización. Por esto, quien entienda y conozca la labor municipal de manera teórica o práctica, en las aulas universitarias o en la experiencia comunal, sabe precisamente que cada gobierno local tiene sus propias características y genera sus propias ventajas y desventajas comparativas.
Vigencia temporal. Así, en términos reales, la Municipalidad de Curridabat, con recursos propios y otros provenientes de la Ley 8114, ha logrado en lo que va del año dar mantenimiento y reparación a la mayor parte de la red vial cantonal, lo que evidencia que el informe de gestión municipal se desacredita por su poca vigencia temporal, al analizar muchos proyectos ya culminados con éxito.
En términos del balance financiero, gracias al mejoramiento en la gestión de cobro y los procesos de desarrollo de la cultura tributaria, la Municipalidad aumentó un 33% en la recaudación del 2005, consiguiendo con esto uno de los mejores lugares en cumplimiento de metas de recaudación.
Uno de los puntos que mayor sorpresa produce es la creación de un indicador negativo del gasto por servicios personales en relación con los egresos totales. ¿Quién, entonces, ejecutaría los programas de inversión social que lleva a cabo la Municipalidad de Curridabat en beneficio de más de 1.500 personas en lo que va del año, esto tan solo en el proyecto de autogestión comunal? En este sentido, no se puede castigar la labor social, cultural y educativa de un gobierno local por ofrecer a sus ciudadanos el trabajo de profesionales al frente de tan importantes tareas.
Más que el modelo. En este mismo orden de ideas, hay que destacar la inversión por servicios comunitarios realizados, que alcanza el 37,2% de los egresos reales, por encima de Belén, catalogado como gobierno local modelo.
La Municipalidad de Curridabat, a través de sus funcionarios, ha alcanzando dedicación y empeño en las tareas. Los procesos de mejoramiento del servicio al cliente, el cumplimiento y concienciación sobre la ley 7600 –como el registro de más de 70 personas, entre ellas funcionarios municipales, capacitadas en el lenguaje de señas costarricense, (LESCO)–, la promoción de la autogestión comunitaria mediante la Oficina de Inversión Social, los procesos de desarrollo de la cultura tributaria, el proyecto Gobierno Electrónico, la bolsa de empleo, entre otros.
Esto refleja el cambio de visión que como gobierno local ha experimentado la Municipalidad de Curridabat, todo al plantearse el objetivo de convertirse en una institución más solidaria, democrática y eficiente, tomando como eje la búsqueda del bienestar social de sus ciudadanos, mediante la participación y la consulta popular, lo que nos permite afirmar con seguridad que hoy Curridabat está mejor.