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Traileros tardan 10 horas en muelle Alemán

Moín no tiene problemas porque empresa privada maneja carga Gobierno llama a sindicatos al diálogo; Sintrajap pide que sea en Limón

Limón. El tortuguismo que desde hace una semana mantienen los trabajadores de Japdeva en el muelle Alemán provoca que los traileros tarden hasta 10 horas para cargar o descargar mercadería de los barcos.
Dicha tarea consume 15 minutos cuando el muelle está operando en forma normal.
Ayer a las 3:30 p. m. el trailero Eduardo Ramírez llevaba más de ocho horas de espera. El conductor llegó a las 7 a. m. a este puerto de Limón y no esperaba salir antes de las 6 p. m.
Según contó Ramírez, perdió todo el día y redujo sus ingresos por la lentitud con que opera el muelle.
El puerto funciona a media máquina porque los empleados de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) trabajan "a reglamento", a pesar de que la Policía mantiene una fuerte presencia allí, al igual que en Moín.
Cuando los empleados trabajan “a reglamento” realizan solo las tareas básicas requeridas para mantener al ritmo mínimo la carga y descarga de mercadería.
Los operarios no aumentan la velocidad de operación, pese a que existe una bonificación diaria por productividad.
El tortuguismo está vigente desde el pasado lunes como parte de la estrategia del sindicato de Japdeva (Sintrajap) para obligar al Gobierno a pagarle ¢470 millones en beneficios laborales incluidos en la convención colectiva de la institución.
El sindicato también pretende que la administración Arias Sánchez se comprometa por escrito a descartar la concesión de los muelles de Limón.
Medida firme. Ayer solo el muelle de Moín –por donde transita la carga perecedera, como banano y piña– funcionaba con normalidad.
Lo anterior se debe a que la operación de esa terminal está en manos de las mismas empresas que transportan los productos.
Por el contrario, en el muelle Alemán la operación depende de los funcionarios de Japdeva. Aquí el panorama se complica pues varios equipos de transporte (como grúas pórticas y cabezales) no funcionan, por aparentes averías.
De las seis stradler carrier (carricones) para mover contenedores del barco al furgón ayer solo operaban dos. Y de los cuatro cabezales disponibles para el transporte de mercadería solo se usaba uno.
A avanzadas horas de la tarde no se vislumbraban posibilidades de que el Gobierno y el sindicato se reunieran a conversar y poner fin a la protesta.
Francisco Morales, ministro de Trabajo, aseguró ayer que Sintrajap solicitó reunirse con él para analizar la situación en los muelles de Limón. Afirmó que la cita quedó programada para las 10 a. m. de hoy en su despacho, en San José.
Pero Ronaldo Blear, secretario del sindicato, condicionó la negociación a que los funcionarios de Gobierno se trasladen hasta la provincia limonense.
No obstante, ayer, a las 6 p. m. Morales insistió en que Blear confirmó la reunión en San José.
El dirigente de los muelleros afirmó que las conversaciones “están en punto muerto”.
Sintrajap convocó a organizaciones limonenses a una cita mañana para conversar sobre eventuales medidas conjuntas de presión. Colaboró: Jairo Villegas S.

  • POR Ángela Ávalos R. / aavalos@nacion.com
  • Nacional
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