Washington. EFE. El Gobierno de Estados Unidos confirmó que responsables de la CIA informaron a la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, de la amenaza que suponía la red terrorista al-Qaeda dos meses antes de los atentados del 11 de setiembre del 2001.
El jefe de prensa de Rice, Sean McCormack, precisó que Rice recibió esa información en un encuentro celebrado en la Casa Blanca a principios de julio del 2001, cuando ella ocupaba el puesto de consejera de Seguridad Nacional.
McCormack precisó, no obstante, que la información que Rice recibió en esa cita no era nueva, sino que fue "un buen resumen" en torno a las amenazas terroristas.
La versión del Departamento de Estado no coincide con la que el periodista Bob Woodward describe en su último libro, titulado State of Denial , en el que precisa que en esa reunión el entonces director de la CIA, George Tenet, dio una llamada de atención urgente sobre la intención de al-Qaeda de atacar Estados Unidos, a la que Rice no prestó ninguna atención.
Woodward, uno de los dos periodistas que destapó el escándalo Watergate , señala incluso que los responsables de la CIA recuerdan esa cita como el escenario en el que se trasladó a la Casa Blanca la advertencia más clara en torno a un atentado en EE. UU.
La Secretaria de Estado dijo no estar segura de la celebración de ese encuentro, aunque el lunes aseguró que si hubiese recibido una advertencia tan clara de los responsables de inteligencia se acordaría perfectamente de ello.
“No sé si esa reunión se produjo, de lo que estoy segura es de que no fue una reunión en la que me dijeran que iba a haber un ataque inminente y yo rechazara responder”, declaró Rice a la prensa durante su viaje a Oriente Medio.
“Me acordaría si me hubieran dicho que estaba a punto de producirse un atentado contra EE. UU. La idea de que, de alguna manera lo hubiese ignorado es incomprensible”, insistió Rice.
Pero su portavoz no solamente confirmó que la reunión se produjo sino que incluso dijo que Rice pidió a la CIA que la información que había recibido en ese encuentro se trasladase también al secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y al entonces fiscal general, John Ashcroft.