Abrir Noticia Guardar

Candidato brasileño da paso en falso con alianza en Río

Jefe de campaña de Alckmin en Río dice que se trata de "un tiro en la cabeza" Candidata a gobernadora retira apoyo a candidato y le reclama fuerte

Río de Janeiro. AP. La búsqueda de alianzas provocó el primer desentendido en las filas del candidato socialdemócrata Geraldo Alckmin tras recibir el apoyo de un exgobernador de Río de Janeiro tildado de populista y acusado de malversar recursos públicos.
Alckmin conquistó el domingo el derecho de disputar la presidencia con el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva en la segunda vuelta electoral y de inmediato se abocó a procurar alianzas que le aseguren la victoria el 29.
Pero al conseguir la adhesión del exgobernador Anthony Garotinho, que en el 2002 apoyó a Lula, abrió fisuras en la alianza de centro-derecha que lo respalda.
"Es un tiro directo a la cabeza", dijo el alcalde de Río de Janeiro, César Maia, archirrival de Garotinho, y coordinador de la campaña de Alckmin en ese estado. La fotografía con Garotinho desmonta el discurso ético de Alckmin, dijo Maia.
Garotinho fue originalmente militante del Partido Demócratico Trabalhista (PDT), del que después se separó para unirse a partidos fundamentados en movimientos evangélicos.
Después se incorporó al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), en el que procuró en vano ser elegido candidato a la presidencia este año.
El PMDB decidió no presentar candidato a la presidencia a pesar de las presiones de Garotinho.
El apoyo de Garotinho a Alckmin complicaría el mensaje de ética en la política que el candidato socialdemócrata se empeña en llevar al electorado, en contraposición a la serie de escándalos en que ha estado envuelto el partido de Lula y dirigentes del gobierno.
La difícil situación puso de manifiesto las dificultades de mantener coherencias rígidas en un país donde la política a nivel de estado no siempre coincide con los intereses de partido a nivel nacional.
Maia es alto dirigente del Partido Frente Liberal (PFL), de derecha y desde hace más de una década coaligado con el socialdemócrata (PSDB) de Alckmin. Su desánimo podría influenciar a su partido en Río de Janeiro, donde las fuerzas de Lula ya llevan ventaja.
Al anuncio de Maia siguió el de la propia candidata del PFL a la gobernación de Río, la exjueza Denise Frossard, conocida por sus campañas contra el crimen organizado.
“Ese apoyo (de Garotinho a Alckmin) significa que el candidato no quiere a Río de Janeiro. Yo le retiro mi apoyo”, dijo ayer Frossard, quien va a disputar la gobernación con Sergio Cabral, del PMDB, de Garotinho.
Alckmin necesitaría conquistar al menos unos nueve millones de votos para alzarse con la victoria en la segunda vuelta electoral.
De su lado tiene el logro de haber conseguido evitar la victoria de Lula en la primera vuelta y el desánimo que eso provocó en las filas del Partido de los Trabajadores (PT) y sus aliados.
Pero Lula ha puesto el pie en el acelerador de su campaña y luego del traspié del domingo empezó a organizar su carrera. En uno de sus primeros movimientos, exigió celeridad en las investigaciones sobre una misteriosa carpeta de documentos que militantes del PT habrían procurado comprar para incriminar al PSDB.
Como una de las armas de ataque de Alckmin es la supuesta corrupción en el gobierno de Lula, las fuerzas gubernamentales han decidido desenterrar casos de corrupción denunciados durante el gobierno socialdemócrata de Fernando Cardoso, inclusive privatizaciones de la década pasada.

  • Mundo
Notas

Este documento no posee notas.