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Entre lo demencial, lo ridículo y lo cínico: el periódico Granma y Prensa Latina , órganos del partido comunista cubano, esto es, el Gobierno de Fidel Castro (en un régimen monolítico o solitario todos son uno) han recogido y hecho suyas las posiciones de algunos dirigentes sindicales, diputados y ciertos personajes políticos contra el Gobierno de Costa Rica.
Pruebas al canto: Granma , inspirado en Prensa Latina , publicó, el martes pasado, lo siguiente: "Arias impulsa una remilitarización cada vez más descarnada de los cuerpos policiales y despliega a sus efectivos siempre que se le antoja para tratar de acallar a los opuestos a su mandato". (¿Remilitarización? ¿Represión? El mismo cuento extremista de hace unas décadas: entorpecer la profesionalización de la Policía para que los delincuentes y los mafiosos hicieran de las suyas. Y, claro, lo lograron).
“Arias –agregan los voceros castristas– ha puesto en funciones un amplio dispositivo policial-militar desde el 8 de mayo”. “A partir de entonces, miles de policías antimotines, de la caballería, de la canina (sic), de la Unidad de Intervención de la Policía y de la Dirección de Inteligencia y Seguridad fueron movilizados varias veces en Costa Rica. Ni los recintos eclesiásticos se salvaron de esa policía coercitiva”. Colofón castro-comunista: “Las noticias sobre los reiterados estados de sitio implantados en estos meses rebasan las fronteras de Costa Rica”. (Por supuesto, ese ha sido el fin de ciertos compatriotas, como en las elecciones pasadas: el desprestigio de Costa Rica. Ayer, fraudes; ahora, ejércitos, militarización y represión).
Luego, esta lindeza para favorecer a ciertos personajes ticos: “Archivos fotográficos y documentales de las autoridades son desempolvados con mayor frecuencia y eso explica la realización de más de un juicio político en estos tiempos”. Exactamente la misma propaganda contra el Ministerio Público y la prensa nacional difundida en estos años.
Conclusión: don Pepe denunció, en 1959, en La Habana, la traición de Castro. Ahora, en cambio, en el 2006, es Castro el que denuncia la “militarización”, la represión y la traición democrática de Costa Rica. La falsedad salta a la vista: si lo denunciado por Granma fuera cierto, jamás nos denunciaría el régimen comunista cubano. Más bien, saltaría de gozo porque nos estamos pareciendo a ellos y a su discípulo amado, Hugo Chávez. ¿Qué más puede desear Castro que la corrupción militar e ideológica de Costa Rica? “No hay nada más atrevido –dijo don Pepe– que la ignorancia”, máxime aliada de la mala fe.
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