Colombo. AP, AFP y EFE. Al menos 54 combatientes murieron en intensos enfrentamientos entre las fuerzas del gobierno y los rebeldes Tigres Tamiles en el oriente del país.
Las fuentes del ejérecito confirmaron el recrudecimiento de los choques, mientras un analista sugirió que la violencia amenaza las previstas conversaciones de paz.
"Hemos recuperado 12 cadáveres de los Tigres Tamiles, mientras que los soldados han observado otros 40 frente a nuestra línea de defensa", dijo un portavoz militar, quien añadió que también murieron dos soldados.
El vocero dijo que los insurgentes lanzaron un ataque contra un campamento militar en Mankerni, distrito de Baticaloa, desde la madrugada del viernes.
Entonces el ejército, apoyado por helicópteros artillados, repelió el ataque, pero el enfrentamiento con artillería y morteros continuó durante el día de ayer.
Los rebeldes confirmaron los enfrentamientos, pero aseguraron que solamente cinco de sus combatientes habían muerto.
“Perecieron más de 30 soldados del ejército”, dijo el líder regional de los Tigres Tamiles, S. Ellian, citado por la página de Internet pro-rebelde TamilNet.
Era imposible confirmar los datos con fuentes independientes.
Los enfrentamientos más recientes ocurrieron después de que el gobierno señaló esta semana que estaba listo para reanudar las estancadas conversaciones de paz con los rebeldes, este mes en Suiza.
Los observadores nórdicos del alto al fuego dijeron que los enfrentamientos ponen en jaque las conversaciones, y Jehan Perera, analista del Consejo Nacional de la Paz, con sede en Colombo, dijo que es difícil imaginar que las conversaciones de paz tengan éxito bajo esas circunstancias.
El enviado de Oslo, Jon Hanssen-Bauer, estaba intentando que las dos partes del conflicto accedieran a mantener conversaciones de paz en Ginebra los días 28 y 29.
En Sri Lanka rige un alto el fuego desde febrero del 2002, pero en los últimos meses la escalada de violencia ha sido la constante.
Unas 60.000 personas han muerto desde 1972 en el conflicto que enfrenta al gobierno con los separatistas tamiles, que exigen la independencia del noreste de la isla.