Puntarenas. De la tinta del pizarrón al sudor sobre el césped, la estrategia se convierte en táctica. La primera es el planeamiento; la segunda, la teoría puesta en marcha.
A veces una victoria se comienza a perfilar desde el instante en que un estratega da a conocer su nómina, como sucedió ayer cuando, n o más de entrada, Juan Carlos Arguedas incluyó tres delanteros natos en la formación titular de Carmelita.
Además del sinónimo de "municiones" que los tres nombres implican, estos sirvieron para trastocar en letra viva el mensaje cifrado de Arguedas a Luis Diego Arnáez, su colega del Puerto.
¡Venía en pos del triunfo!
Por supuesto que el plan verdolaga no salió así, tan fácil.
La iniciativa fue propiedad de Puntarenas en la primera etapa, tanto que la insistencia en las cercanías de la meta de Carmelita dio fruto al 32’.
Un buen pase de Mario Víquez permitió al brasileño Jorge Barbosa resolver con sapiencia con un disparo raso, por debajo del cuerpo del guardameta.
Además de las conocidas virtudes de la Flecha Barbosa para concretar, la concepción de la jugada evidenció las facultades técnicas de Víquez, quien es el verdadero ideólogo de Puntarenas, a pesar de su función primaria de carrilero izquierdo.
Luego de que Roy Ramírez sacó el balón de la raya tras una nueva incursión de Mario Víquez, le tocó el turno a Carmelita, al cierre del primer tiempo.
Tras un tiro de esquina de Andrés Chaves, Manrique Hernández “peinó” la esfera y el desvío dio chance a Alejandro González de concretar de cabeza, a un metro del arquero Zamora.
En el complemento, Puntarenas acusó el desgaste físico de Michael Barrantes, quien había sido el principal soporte del mediocampo. Entonces Arnáez optó por aplicarle la grúa e incluyó a Max Sánchez, quien retornó de una lesión con su conocida garra, pero con poca fortuna.
Entre tanto, el brasileño Eneas da Conceiçao apareció en las boletas de cambio de Carmelita (relevó a Moreira, al minuto 60).
Tiro libre desde el costado izquierdo. Cobró Roy Ramírez. El balón pasado al segundo palo encontró en Alejandro Sequeira al receptor oportuno.
Con un toque, Alejandro la devolvió al caldero y el suramericano Eneas resolvió con una voltereta realmente espectacular. Golazo y ventaja de los visitantes.
José Cruz se lució con un paradón ante un disparo quemante del incansable Kurt Bernard y, paulatinamente, Carmelita consolidó su victoria.
En el análisis final de un buen partido, juzgamos como innegables los méritos de Carmelita en la obtención de su victoria, aunque resultó evidente también un cierto declive de Puntarenas.